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Tribuna
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Invertir en carreteras 'inteligentes' y sostenibles

Invertir en carreteras en España es invertir en sostenibilidad y desarrollo, pero también en seguridad y ahorro de costes que a largo plazo conllevan la reducción de la siniestralidad y el salvamento de vidas humanas. Por nuestra red viaria transita a diario más del 95% del transporte de mercancías, la mayoría de productos que consumimos y, sin embargo, solo se dedica a su conservación la milésima parte de los Presupuestos Generales del Estado. Las cifras son contundentes: año 2007, más de 550 millones de euros licitados para conservación extraordinaria; año 2008, 520 millones; año 2009, 22 millones; año 2010, 15 millones. Los años acumulados de retraso en la denominada conservación extraordinaria, conservación de firmes de carretera, suponen la pérdida del valor patrimonial de nuestra red, cuya posterior recuperación exigirá una inversión muy superior a la necesaria para su conservación.

Todos queremos evitar la peligrosa paradoja de que España tenga la red con mayor número de kilómetros, pero también la de menor calidad. Afortunadamente, centenares de empresas en nuestro país, muchas de ellas punteras, siguen investigando e invirtiendo para conseguir carreteras sostenibles y cuasi inteligentes, además de seguras. Antes de que acabe la década, España lo conseguirá. Ello será posible con materiales y técnicas de pavimentación que mejoraran nuestra seguridad vial, tanto activa como pasiva y la comodidad de usuarios y automovilistas. Gracias a la investigación y a los nuevos nanomateriales será posible, por ejemplo, recoger y almacenar parte de la ingente energía solar acumulada en el asfalto, capturar el CO2 emitido por el parque automovilístico o asegurar la visibilidad mediante pinturas que cambian su color y avisen a los conductores de las inclemencias del tiempo. Todas estas investigaciones, hoy en marcha, se acaban de dar a conocer en las jornadas que Asefma (la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas) ha celebrado en Madrid en Expomatec, la mayor exposición de maquinaria del sector en Europa con variedad de materiales y paneles sobre formación y riesgos laborales.

Nuestra red de carreteras recibe todos los días de verano una radiación solar equivalente a 7.000 gigavatios/hora, una energía 200 veces superior a la generada diariamente por la central nuclear de Garoña. Sin embargo, no existe ningún procedimiento que permita su aprovechamiento, por lo que no es difícil calcular el beneficio que supondría aprovechar el almacenamiento parcial de tan ingente poder energético. El sistema PAS (pavimentos asfálticos sostenibles) es una investigación en fase experimental diseñada para capturar y almacenar la energía solar irradiada sobre la superficie de la carretera para su uso posterior. El sistema se compone de tres partes principales: captación solar, almacenamiento de calor y eficiencia energética. El trabajo realizado permite concluir que es factible la extracción de parte de la energía solar irradiada sobre la superficie asfáltica y almacenar y utilizarla para diferentes aplicaciones.

Igual ocurre con el empleo de mezclas bituminosas con caucho de neumáticos, una realidad que está conociendo un importante desarrollo y que permite afirmar que dentro de una década existirán muchos firmes con evidentes beneficios: menor resistencia a la tracción de vehículos, buena resistencia a la acción del agua y menores deformaciones plásticas en los neumáticos. Una vez más y, con esta mezcla de materiales, la seguridad vial en nuestra carreteras aumentará de manera exponencial, ahorrando no solo costes, material y lo que es más importante, vidas humanas.

Esta realidad investigadora no seria posible sin programas como el Proyecto Fénix, el mayor esfuerzo en I+D realizado en el continente europeo en el área de la pavimentación de carreteras, en el que participan casi 30 organizaciones, empresas, universidades y centros de investigación españoles en los últimos cuatro años (www.proyectofenix.es). O con el Centro Tecnológico Europeo del Asfalto (Eucat), promovido por Asefma, que será el referente europeo dentro del sector de las mezclas asfálticas, tras su construcción en 2012 en Castilla-La Mancha y la colaboración del campus universitario de Ciudad Real y el Ayuntamiento de Valdepeñas, donde se ubicara el mayor circuito de rodaje de vehículos (2,5 km.) con pabellones de investigación, experimentación y formación de primera línea mundial.

Juan José Potti. Gerente de Asefma

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