"España debe reconocer la subespecialidaden medicina"
Acaba de recibir el premio Achievement Award 2011 de la Academia Americana de Oftalmología. Investigadora principal del Instituto Ramón y Cajal y profesora de la Universidad de Alcalá, considera que España debe plantearse crear subespecialidades, como EE UU o Reino Unido
Describe su faceta de cirujana como la del "artesano que trabaja con el conocimiento científico". En ella convergen las características del médico, investigador, docente y madre de un adolescente. Asegura que, a pesar del ajetreo, su vida le aporta "una satisfacción constante". Recientemente ha sido elegida presidenta de la Sociedad Española de Retina Vitro (SERV) y acaba de recibir uno de los galardones más prestigiosos de su sector, el Achievement Award 2011 de la Academia Americana de Oftalmología.
¿Qué objetivos persigue la sociedad que preside?
"Estamos trabajando para crear un máster oficial como tienen ya Estados Unidos y Reino Unido"
Buscamos un reconocimiento institucional a nuestro trabajo. Cuando uno termina la especialidad de oftalmología suele trabajar en un campo y tiene el reconocimiento de experto en esa área, pero realmente no tiene el título especialista, porque tampoco hay un proyecto de formación para ellos. En SERV estamos trabajando para crear un máster oficial. España debe reconocer las subespecialidades como ocurre en Estados Unidos o Reino Unido. Hemos iniciado ya los contactos con distintas consejerías de Sanidad, entre ellas la de la Comunidad de Madrid.
¿Cómo se encuentra la oftalmología en España?
España es pionera en esta rama, tiene un gran desarrollo científico. La cirugía del desprendimiento de retina ha evolucionado mucho desde hace 15 o 20 años. Utilizamos un instrumental de menos de 5 milímetros.
Hablemos de la falta de especialistas. ¿Cómo se puede solucionar?
Es difícil. En primer lugar, todos tendemos a buscar la subespecialidad más técnica posible. Pocos quieren desarrollarse como médicos de familia. En nuestro país, hoy en día hace falta sacar un 9,2 para acceder a Medicina. Se intentó reducir la entrada masiva para adaptarlo a las necesidades del país, y lo mismo se hizo con el MIR para las especialidades. Se diseñó un programa para que 22.000 oftalmólogos compitiesen por determinadas plazas, porque se suponía que la necesidad en nuestro país era de esas plazas. Ahora, Gobiernos y comunidades deben contabilizar el número de plazas vacantes y diseñar una convocatoria ajustada. Se va haciendo gracias a las comisiones de cada una de las especialidades.
¿Por qué la cirugía es uno de los campos más atrayentes para los médicos residentes (MIR)?
Las plazas en oftalmología en la selección del MIR se terminan muy pronto. Es una de las especialidades más demandadas porque tiene cirugía pero mínimamente invasiva. Creo que convertirse en artesano que trabaja con su conocimiento científico, que es lo que al final es un cirujano, es algo tremendamente gratificante. Pueden caer bombas alrededor, pero cuando estamos en el quirófano estamos tan concentrados que realmente entretiene, y como los resultados son tan buenos, encima gratifica.
¿No influye también una mejor remuneración?
A lo mejor, para algunas personas, también es un aliciente. Una actividad quirúrgica también está mejor remunerada que la actividad solo médica, sobre todo si hablamos de la medicina privada, en la que uno cobra por acto médico. Pero creo que la mayor parte de los médicos no pensamos en lo que vamos a ganar cuando decidimos a qué nos vamos a dedicar. Uno piensa más en el campo que le gustaría desarrollar, si hay investigación o no, si avanza rápido. La medicina es muy vocacional porque trabajamos con problemas. Los pacientes acuden a nosotros porque buscan solución y nosotros intentamos resolverlo.
¿Sería necesario aumentar la formación psicológica para evitar situaciones tensas con los pacientes?
Probablemente no sea necesario. Somos muy conscientes de que la persona que acude al médico lo hace con un problema, a la que tenemos que intentar ayudar desde un punto de vista técnico y humano. Muchas veces lo que limite la posibilidad de dejar satisfecho a un paciente que acude a la consulta de un médico es el tiempo del que disponemos.
"Los colegios tienen que trabajar por objetivos"
"Estar colegiado es algo positivo, igual que la Sociedad Española de Retina Vitro tiene como objetivo aunar a todos los especialistas de nuestro campo, el colectivo de médicos debe tener también su representación", asegura Marta Figueroa.Con la nueva Ley de Servicios Profesionales, solo determinados facultativos y letrados tendrían que cumplir con este requisito, según se aprecia en algún borrador previo al anteproyecto de ley."En este sentido, lo que sí deberían hacer los colegios sería trabajar más por objetivos concretos e interesantes para las necesidades de los colegiados, con proyectos y programas más especialistas", concreta esta oftalmóloga.Respecto a otra norma que afecta a su trabajo, la nueva Ley de Ciencia, cree que ha aportado alguna solución al colectivo investigador. "Desde el Instituto Ramón y Cajal se respira satisfacción por lo que hasta ahora se ha conseguido y consideran que es una buena opción", aclara. Figueroa participa en muchos proyectos de investigación química. A pesar de ser una de las pocas doctoras de su rama, corrobora que "la Medicina es una carrera propia de mujeres". "Se trata de una actividad muy delicada, que atrae especialmente al género femenino", añade.La sociedad que preside surgió en 1989 y actualmente unos 450 oftalmólogos de todos los lugares de España son miembros de ella. "En total debe haber unos 600 especialistas", calcula Marta Figueroa. Entre sus metas está la prevención de la ceguera, que se produce por edad en los mayores de 60 años, diabetes y miopía.