El PP arrasa al PSOE
Ninguna victoria que esgrimir como compensación y todas las derrotas posibles en la mano, con Extremadura como único bastión donde un pacto puede frenar al PP. El PSOE ha sufrido una derrota sin paliativos en las elecciones locales y municipales celebradas este domingo.
Los resultados electorales han cumplido los peores pronósticos. La crisis ha arrasado todo lo que había en el camino y el PP le ha sacado casi diez puntos de ventaja al PSOE (con el 99% del voto escrutado) y más de dos millones de votos. "El Partido Socialista ha perdido claramente las elecciones", ha dicho el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha culpado de la debacle a la crisis económica. El respaldo del PSOE no ha llegado al 28% de los votantes. Pese a ello, no habrá elecciones anticipadas.
Con el 37,56% de los sufragios, el Partido Popular ha obtenido el respaldo de 8,4 millones de votantes. Y ellos, según apuntan los datos casi definitivos, le han dado la victoria en Castilla La Mancha (98% escrutado), la principal plaza en discordia; en Aragón (donde tendrá que pactar para gobernar) y en Extremadura (99% escrutado, donde una alianza con IU daría la presidencia al PSOE). Pero hay más, el socialismo ha perdido Sevilla, al igual que Barcelona y Gerona (en estos casos a manos de CiU), ambas tras 32 años en su poder.
El PP, mientras tanto, no solo ha ganado donde no estaba, sino que se ha reforzado en sus comunidades míticas, como Madrid y Valencia, donde ni la corrupción ni el desgaste le han hecho mella. Incluso se ha hecho con todo un símbolo de la izquierda, Córdoba, donde, al igual que en el resto, ha arrasado.
La única mancha en el expediente del PP es Asturias, donde la fractura con Francisco Álvarez-Cascos le ha ocasionado un retroceso histórico. El PP local y nacional midió mal sus fuerzas y perdió, pero la rendición ante su enemigo puede permitirle dar la vuelta al color del Principado, ya que Foro Asturias, el partido de Cascos, ha quedado por delante del PSOE, con el 95% escrutado. Una alianza entre Cascos y el PP les llevará a ambos a la presidencia, aunque el partido popular tendría que rendirse a una presidencia del político disidente, precisamente el motivo que produjo la ruptura.
El trasvase de votos hacia la derecha ha sido evidente. UPyD logra un buen resultado, mientras que Izquierda Unida mejora el suyo menos de un punto, hasta quedarse en el 6,32%.