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Invertir en fondos

Los mejores fondos para todos los públicos

Carteras que se ajustan a los tres perfiles clásicos de inversión: conservador, moderado y agresivo.

Cuando un inversor decide hacer una apuesta por un fondo determinado, debe tener en cuenta una serie de factores: cerciorarse de que la categoría del fondo de inversión se corresponde realmente con sus objetivos; en segundo término, pensar en una estrategia que permita lograr una diversificación sin desvirtuar sus aspiraciones de inversión; en tercer lugar, comprender los riesgos inherentes a un perfil determinado de inversión, y por último, asesorarse convenientemente.

A partir de ahí, los perfiles de inversión varían en función de los objetivos de cada cual. Las tres divisiones clásicas son la de conservador, moderado y arriesgado y para todas ellas hay opciones. La directora de inversiones de Tressis, María Folqué, explica la actitud básica con la que cada uno de ellos debe afrontar la inversión. "El conservador ha de tener claro que su objetivo primordial es el de no perder dinero. Por lo tanto, necesita estar invertido en activos que compensen las posiciones de riesgo que ocasionalmente se asuman. También debe valorar factores como el hecho de que la inversión en divisas es de las más volátiles que existen y, por tanto, de las más arriesgadas", subraya Folqué. "El inversor conservador debe procurar entrar en fondos que ofrezcan valores liquidativos diarios. Muchos depósitos proporcionan unas rentabilidades muy interesantes, pero no se puede olvidar que la inversión no suele estar disponible, sino que es a vencimiento", recuerda la experta.

En cuanto al inversor moderado, lo que debe hacer es "aspirar a obtener una rentabilidad decente, que vendría a ser la mitad de la rentabilidad que proporcionaría la renta variable", continúa la directora de inversiones de Tressis. "En el caso de la inversión, hay que plantearse si se está en condiciones de soportar bien el riesgo; cómo se pueden aguantar las pérdidas que inevitablemente van a tener lugar en algún momento en los mercados", advierte Folqué.

Poner un ojo en las empresas

Para los inversores conservadores es importante echar un vistazo a la renta fija corporativa como opción frente a la deuda pública, un activo muy castigado a raíz de las turbulencias financieras y que ya no es sinónimo de seguridad. Las grandes compañías han saneado sus balances a mucha más velocidad que los Estados. En el Ibex 35, la facturación de las empresas creció un 10,7% en el primer trimestre en tasa interanual. Los beneficios de las firmas listadas en el S&P 500 crecieron un 18% en el primer trimestre del año, según los cálculos de Thomson Reuters. A esto se unen unos ratios de valoración bursátil que siguen siendo históricamente bajos. Estos datos vienen a indicar que la renta variable es un activo que conviene tener en cuenta.

"Este es un año para estar en renta variable", asegura Eduardo Antón, analista de fondos de Inversis Banco. "Las compañías continúan evolucionando de forma positiva y eso se puede traducir en crecimiento, aumento de la inversión y más retribución al accionistas vía dividendos o recompra de acciones", señala.

Mirando hacia EE UU

Las constantes turbulencias que atenazan a Europa han llevado a los expertos a reforzar la apuesta por la renta variable estadounidense. Una de las elecciones interesantes para inversores moderados que busquen un rendimiento adicional en su cartera. Hay varios fondos comercializados en España que están funcionando bien, especialmente en el segmento de gran capitalización. Es el caso del Lyxor Selection Fund, que acumula en el año una rentabilidad del 16,4%; el Threadneedle American Selection aporta un rendimiento del 12,7% y el fondo global de BlackRock US Flexible Equity da unas rentabilidades del 10,7%.

De hecho, los fondos que mejor han funcionando en los últimos 12 meses son de Bolsa, con rendimientos acumulados del 13,5% en renta variable euro y del 12,15% en internacional, según Inverco.

La opción alternativa

Frente a los clásicos de renta fija y renta variable, los expertos defienden nuevas opciones y no solo para inversores que quieran arriesgarse. En este sentido, uno de los fondos que más aceptación tiene en el sector es el JP Morgan Income Opportunity. Se trata de un producto de renta fija, pero con la característica de una flexibilidad total, que le permite aprovechar cualquier oportunidad que se presente en todo el espectro mundial de renta fija, para lo cual utiliza estrategias de derivados si es preciso. Es decir, renta fija con un margen de rentabilidad.

Los fondos de retorno absoluto están empezando a recuperarse tras el varapalo sufrido en los últimos años. "Al principio se vendieron como la panacea", valora Marta Campello, de Abante Asesores. El objetivo de los fondos es obtener rentabilidades en cualquier entorno de mercado, para lo cual usan multitud de estrategias. El objetivo no es sencillo y durante la crisis financiera muchos de estos productos han sufrido lo suyo. Ahora, los gestores apuntan a estos fondos como una forma de complementar la cartera dándole un plus de flexibilidad y rentabilidad que compense los momentos negativos por los que atraviesa toda inversión. En cualquier caso, sea en fondos o sea en cualquier otro producto, el inversor no debe olvidar nunca el principio sagrado de diversificar. Apostar a una sola carta suele tener consecuencias nefastas.

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