¿Asistimos a una nueva burbuja tecnológica?
La espectacular subida que LinkedIn registró ayer en su estreno en Bolsa ha disparado la alarma ante una posible segunda burbuja tecnológica. Los expertos, sin embargo, recalcan las diferencias y recomiendan prudencia.
Microsoft compra Skype, Renren, el Facebook chino, comenzó a cotizar en Nueva York con una valoración de 72 veces su facturación en 2010, el buscador ruso Yandex debutará en el parqué el próximo 24 de mayo, Facebook tiene un valor estimado de 70.000 millones de dólares... Y así se extiende hasta el infinito.
Ahora, la guinda definitiva la pone LinkedIn. La compañía dedicada a conectar a usuarios de Internet según sus perfiles profesionales protagonizó ayer un espectacular estreno en Bolsa al duplicar su valor en tan sólo un día. A pesar de que el precio de salida estaba ya en la cota más alta del rango de valoración, sus títulos subieron como la espuma hasta cerrar con un espectacular ascenso del 109,4%. LinkedIn se ha convertido en la primera red social que sale a Bolsa en Estados Unidos y es la mayor Oferta Pública de Venta (OPV) de una compañía de Internet desde que Google se estrenase en el año 2004.
En este contexto, la polémica sobre una posible segunda burbuja tecnológica está servida. Y es que, viables o no, lo cierto es que las redes sociales están de moda y su inminente auge recuerda a la fiebre bursátil de finales de los 90 que acabó con el pinchazo de la burbuja.com.
Sin embargo, la situación es bien distinta. Hace 10 años, los usuarios de la red eran 130 millones, una cifra que queda muy lejos de los 2.000 millones de la actualidad. Fuentes del mercado no dudan en señalar que "hay una increíble demanda de los inversores hacia las redes sociales por su crecimiento potencial".
De esta manera, los expertos mantienen la cautela. José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, no cree que podamos asistir a una nueva burbuja.com al consierar que "la burbuja tecnológica se produjo en un momento y bajo condiciones propicias para alimentar la sobrevaloración en precio y en expectativas de negocio. Ahora, en el peor de los casos, podría producirse sobrevaloración en precio en casos particulares ante una acumulación de la demanda y limitada oferta". "Con todo, siempre hay que ser prudentes ante nuevos modelos de negocio, lo que no significa que no vea las oportunidades, por ahora probablemente infraexplotadas, que ofrece Internet", añade.
Pablo García, de Oddo Securities, también recomienda prudencia. "La fuerte expectación recuerda evidentemente a la burbuja de las puntocom, aunque hay razonables diferencias. En cualquier caso, LinkedIn ha puesto el listón alto a Facebook y Twiter", explica. Por su parte, Bankinter puntualiza que "el mercado comienza a hablar de miedo a una nueva burbuja tecnológica, al tratarse de una compañía que aún no es rentable, puesto que generó pérdidas en el primer trimestre del año".
En cualquier caso, se ha abierto la veda. El ascenso registrado por LinkedIn ha puesto de manifiesto el inmenso atractivo que posee este tipo de compañías. Queda por ver, no obstante, si es sostenible en el complicado momento que atraviesa la renta variable.