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Una entrevista con el BCE para enmarcar

La mayoría de las entrevistas concedidas por los ejecutivos del Banco Central Europeo no merecerían un hueco en ningún medio de comunicación si no fuera por la trascendencia para la vida diaria de las decisiones que toma esa institución. Por suerte, Bini-Smaghi ha hecho trizas esa lamentable tradición.

Lorenzo Bini-Smaghi, el italiano que se sienta en el Comité Ejecutivo del BCE desde 2005, habló ayer con una extraordinaria claridad en una entrevista concedida al diario La Stampa. Bini-Smaghi arremete incluso contra países como Grecia, por estudiar durante meses la reestructuración de su deuda, o contra Alemania y Francia por haber pactado un fondo de rescate permanente que incluye la posibilidad de una reestructuración en los países ayudados. "Ese mecanismo no exite en ningún otro lugar del mundo y pone a la zona euro en una situación de fragilidad frente a los ataques especulativos". Merece la pena leerla entera.

¿A qué se debe esta repentina franqueza desde Francfort? Puede haber varias explicaciones.

La primera es el pánico del BCE a una reestructuración en Grecia, tanto por el impacto en sus propias cuentas (es uno de los principales tenedores de bonos griegos) como por la desestibilización que causaría en el sector financiero de la zona euro. Resulta una explicación plausible.

La segunda, podría estar relacionada con el propio Bini-Smaghi, que parece tener los días contados en el Comité Ejecutivo como consecuencia del nombramiento de su compatriota Mario Draghi como presidente de la institución. Se da prácticamente por supuesto que Bini-Smaghi, cuyo mandato expira en 2013, abandonará el cargo el próximo 1 de noviembre (para presidir probablemente el Banco de Italia) dejando hueco para un francés. Pero la indisciplina no parece una explicación verosímil, porque convertiría al ejecutivo en un paria en el cerrado mundo de los banqueros centrales (recuérdese la suerte que corrió el alemán Axel Weber).

La tercera explicación sería que la claridad de Bini-Smaghi anticipa ya el previsible cambio de estilo que Draghi impondrá en la Eurotower de Francfort. Draghi se ha formado y ha hecho gran parte de su carrera en el mercado anglosajón (fue ejecutivo de Goldman Sachs) y está más acostumbrado que los continentales a llamar al pan, pan y al vino, vino.

Ojalá esta última sea la explicación, porque supondría el final de palabras hueras y los circunloquios abstrusos. Veáse, como ejemplo del antiguo estilo, la entrevista de hoy con González Páramo en Radio Nacional de España, resumida por las agencias. Lugares comunes, vaguedades y alguna admonición de tipo bíblico como que "la paciencia de los mercados no es ilimitada". En definitiva, una falta de respeto a los contribuyentes europeos, que se merecen explicaciones claras por parte de unas autoridades no electas a las que abonan un importante salario (262.728 euros cada uno en 2010, en el caso de Bini-Smaghi y González Páramo).

Imagen: Lorenzo Bini-Smaghi (tomada de la web del BCE).

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