La Fiscalía lusa investiga a Fitch, Moody's y Standard & Poor's
La Fiscalía lusa ha abierto una investigación a las tres principales agencias de calificación crediticia del mundo. La denuncia la han presentado cuatro economistas portugueses que cuestionan sus criterios de análisis y su transparencia.
La investigación comenzó el paso tres de mayo y se encuentra bajo secreto judicial, según han confirmado a Efe fuentes oficiales de la Fiscalía. La denuncia acusa a las agencias Fitch, Moody's y Standard & Poor's de perjudicar gravemente a Portugal con las degradaciones crediticias de su deuda pública. Los denunciantes son cuatro profesores de economía: José Reis y José Manuel Pureza, de la Universidad de Coimbra, y Manuel Brandao y Maria Manuela Silva, del Instituto Superior de Economía y Gestión.
Reis ha resaltado hoy la "poderosa y negativa influencia" que tuvieron las decisiones adoptadas por las tres agencias "en la evolución de la economía portuguesa", y que, en su opinión, fueron responsables, al menos en parte, de que el país tuviera que recurrir finalmente al rescate financiero. El Gobierno socialista de Portugal acabó por pedir ayuda a Bruselas y FMI el pasado 6 de abril, después de seis meses bajo la intensa presión de los mercados. La desconfianza creciente hacia la economía del país derivó en el aumento de los intereses que penalizan su deuda, lo que complicó y encareció al Estado portugués el acceso a liquidez.
La denuncia presentada por los cuatro economistas se basa en tres pilares: La posibilidad de que las agencias violen la Ley de Competencia, que actúen bajo conflicto de intereses y el uso que realizan de información privilegiada.
Para Reis, en el sector de las entidades de "rating" existe "concentración", ya que juntas, Fitch, Moody's y Standard & Poor's representan "el 90%" del mercado, lo que les permite disfrutar de una posición "de abuso dominante".
Además, un porcentaje significativo de las accionistas que las componen son "fondos de inversión con intereses en la deuda portuguesa", por lo que su juicio a la hora de evaluar la situación financiera de un país puede verse condicionado por aquello que beneficia a sus propietarios.
"No está nada claro cuáles son los criterios que siguen las agencias para decidir los 'rating'. Nosotros vimos muchas veces en Portugal que estos criterios no son coherentes, ya que la evolución negativa de un determinado indicador llevaba a bajar la calificación, pero si mejoraba no servía para aumentarlo", ha explicado.
Poco antes de solicitar el rescate, Fitch y Standard & Poor's rebajaron la calificación de la deuda lusa dos veces en poco más de una semana, hasta dejarla en "BBB-", a un solo peldaño del "bono basura", mientras que Moody's también la degradó en dos ocasiones en un plazo de tres semanas hasta dejarla en "Baa1".
Precisamente, Moody's ha publicado hoy un informe en el que consideró positivo el acuerdo alcanzado con Bruselas y el FMI, valorado en 78.000 millones de euros, ya que obligará a las instituciones lusas a aplicar "una disciplina externa adicional" para acceder a esos fondos que servirá, además, para aliviar la presión de los mercados.
"Las agencias jugaron un papel muy importante en la situación creada en Portugal. No voy a evaluar en qué porcentaje influyeron, pero ejercieron una gran presión sobre la economía y deterioraron la percepción de los mercados financieros", ha insistido Reis.
La decisión de la Fiscalía lusa se produce mes y medio después de que en España, el juez Ismael Moreno aceptara abrir una investigación tras la presentación de una querella criminal por parte de un grupo de abogados a estas tres mismas agencias.