Moody's afirma que las CC AA necesitan financiación por hasta 35.000 millones en 2011 y 2012
La agencia critica que las administraciones regionales busquen financiación mediante la emisión de bonos minoristas a uno y dos años, ya que aumentan de forma importante sus costes financieros.
La agencia de calificación crediticia cifra entre 30.000 y 35.000 millones de euros las necesidades de financiación de los gobiernos regionales españoles, al mismo tiempo que pone en duda que la mejor forma para conseguirla sea mediante la emisión de bonos minoristas a uno y dos años.
Moody's indica que el incremento de la deuda de los gobiernos regionales tiene perspectiva negativa porque refleja las dificultades de las CC AA de financiar sus déficit a través de otros canales más convencionales, como créditos bancarios o colocaciones privadas.
En su análisis, Moody's analiza los casos concretos de la Comunidad Valenciana y Cataluña. La primera anunció el tres de mayo la emisión de 900 millones de deuda a través de bonos minoristas a uno y dos años, a un interés del 6,5% incluyendo tasas y comisiones, lo que se traduce en un fuerte aumento de los costes financieros. En el mes de diciembre ya había emitido bonos por 1.500 millones, mientras que Cataluña hizo lo propio en noviembre por 3.000 millones, a los que se sumaron también el tres de mayo otros 3.300. Desde noviembre, las regiones españolas han emitido bonos en una cantidad de 8.000 millones de euros, lo que representa el 7% de la deuda todal de las CC.AA. y equivalente al 11% del PIB español en 2010.
A su parecer, no es previsible que las cantidades que las regiones han de captar a través de estas emisiones de bonos logren el tamaño suficiente para sustituir los depósitos que ofrecen los bancos, pero pueden recrudecer la llamada "guerra del pasivo" entre las entidades financieras, con el consiguiente impacto negativo sobre los márgenes financieros.
La propensión de los españoles por comprar papel regional, junto a los vencimientos y tipos de interés, será la clave para determinar si las regiones españolas han encontrado una fuente sostenible de financiación a través de la emisión de bonos regionales.