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Secretos de despacho

Aire fresco en Junior Achievement

Lucía Zavala dirige la mayor ONG educativa desde un animado espacio.

Su discurso está centrado en la ocupación y el colectivo con el que más está en contacto: los jóvenes. Lucía Zavala, madrileña de 47 años, dirige desde 2004 Junior Achievement en España, la mayor ONG educativa, que defiende el emprendizaje desde la educación infantil hasta la universidad. Esto le aporta vitalidad y espontaneidad. "Estar en contacto con los jóvenes es estimulante porque además realizamos una labor importante ya que les orientamos sobre su futuro profesional", señala esta ejecutiva, que ocupa un minúsculo despacho, justo enfrente de la sede de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en el madrileño barrio de Salamanca. Se ocupa de fomentar el emprendizaje a edades tempranas.

La red de trabajo se extiende a 400 colegios de 17 comunidades autónomas. Cuenta con un equipo de diez personas. A la vista de estos datos, uno puede darse cuenta de la intensa actividad de Zavala. Visita los centros escolares, viaja a distintos puntos de la geografía española, pero también se ocupa de la labor más importante: de reclutar a los voluntarios que van a animar a los alumnos a los colegios. Se trata de voluntarios, cuentan con un millar de ellos, procedentes de empresas, de la talla de BBVA, Santander, Telefónica o Acciona, que colaboran de manera desinteresada en este tipo de acciones responsables. Las iniciativas son bidireccionales: en el aula del adolescente, o bien en la sede corporativa de la compañía. "El objetivo es que elijan bien su destino profesional, que desarrollen su vena emprendedora porque a esas edades se suele estar bastante perdido a la hora de definir el futuro", añade.

Sembrar una semilla para recoger el fruto mañana. "Esto repercute en beneficio de todos, porque los alumnos se fían mucho más de un profesional que les habla de la experiencia que de sus padres o profesores, y a la vez las empresas necesitan tener profesionales convencidos de que han hecho una buena elección", señala Zavala.

Si algo valoran las empresas, también en los jóvenes, es la actitud que se tenga hacia el mercado laboral. "Es curioso porque los alumnos, al principio, son reticentes porque ven al empresario o profesional como a alguien muy lejano, pero enseguida conectan". Entre los consejos más valorados, Zavala destaca, por ejemplo, algunos básicos para al menos no echar por tierra una entrevista de trabajo. "Se les recomienda cómo deben ir a la cita, cómo no llevar el pantalón caído, no mascar chicle, o ir con una botella de agua en la mano".

También se les aconseja sobre los problemas que se tienen a la hora de montar una empresa, o cómo no deben arrinconar las ideas o la creatividad, si están convencidos de su éxito. "El futuro es de los emprendedores y deben comenzar por ser proactivos dentro de su comunidad más cercana", remarca con verdadero entusiasmo esta directiva, que dedicó la mayor parte de su carrera profesional al mundo del arte.

Lucía Zavala es licenciada en Geografía e Historia, estudios que completó con un máster en Works of Art, del departamento académico de la casa de subastas Sotheby's, durante su estancia en Londres. Inició su carrera profesional en 1984 en la Fundación Ortega y Gasset de Madrid, como miembro del departamento académico organizando seminarios, conferencias, y proyectos de investigación y simultaneándolo con los estudios universitarios. En 1989 pasó a formar parte del departamento de arte oriental de Sotheby's, en Londres, y durante el año siguiente fue nombrada directora comercial de Stoppenbach & Delestre, galería de arte de pintura francesa del Siglo XIX. Durante 1992 y 1993, perteneció a Inter Art Partners, gestionando una cartera internacional de inversiones relacionadas con el mercado de arte. Desde su regreso a Madrid, entre 1994 y 2002, estuvo al frente de un negocio de importación y venta de antigüedades y objetos decorativos del Reino Unido. Posteriormente pasó a dirigir la Fundación Aguirre Newman.

Ahora, en Junior Achievement España sigue dando rienda suelta a su vena emprendedora, con los más jóvenes.

Los tres vértices del triángulo

Disfruta de dos despachos: uno en el vivero de empresas de Carabanchel, donde le gusta estar en contacto con los emprendedores. Y otro, el oficial, en la sede de Junior Achievement, una organización sin ánimo de lucro presente en 123 países, que ha decorado de manera discreta. "No necesito un gran espacio para trabajar ni hacer ostentación, además no me gusta despilfarrar las donaciones", explica.Y aclara que un cuadro con una fotografía de Times Square, en Manhattan (Nueva York) no es ninguna obra de arte sino que es un artículo adquirido en Ikea. "Me gusta porque refleja el ir y venir de la gente, el caos, y es una ciudad en la que todo se mezcla y todo es posible". No le da importancia a los objetos, pero si a las relaciones. Es organizada, lo que le permite conciliar. Aprovecha los viajes para leer informes y las noches para atender asuntos pendientes. En un rincón tiene un vistoso triángulo de color verde, que representa la sostenibilidad, donde están representada las etapas educativas y en cada vértice: colegios, empresas y voluntarios.

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