Hacienda descarta subir impuestos aunque el déficit sobrepase el 6%
El Estado registró un déficit de 6.900 millones hasta marzo, lo que supone una reducción del 20% en tasa anual. Hacienda mantiene que este año el déficit de todas las Administraciones cerrará en el 6% del PIB y descarta nuevas subidas de impuestos en el caso de que haya desviaciones.
El guion trazado por el Ejecutivo para llevar el déficit del 9,2% al 6% a lo largo de este año se está cumpliendo. Así lo aseguró ayer el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, quien remarcó que si se mantiene la tendencia observada hasta marzo, las Administraciones públicas cerrarán con un desequilibrio entre ingresos y gastos del 6% del PIB, tal y como se comprometió el Ejecutivo.
Entre enero y marzo, el déficit del Estado se elevó a 6.900 millones de euros en términos de contabilidad nacional (que contabiliza ingresos y gastos cuando se comprometen), lo que supone un 20% menos que el registrado en el mismo periodo de 2010. Este resultado se ha logrado, según Ocaña, gracias a la combinación de una fuerte reducción de los gastos del Estado (un 24,2% menos en los tres primeros meses del año) y a un incremento de los ingresos (un 2,7% más en el mismo periodo). Todas las partidas de gasto han caído, excepto las de personal, con un avance del 0,8%, como consecuencia del pago de la desviación del IPC a las clases pasivas.
Ocaña aseguró que España está cumpliendo con la senda de consolidación fiscal y que se ha alejado del riesgo de contagio de otras economías periféricas con problemas. "Pienso lo mismo ahora que hace seis meses. Somos los únicos responsables de nuestro destino. En la medida que cumplamos con lo que nos hemos comprometido, no tendremos problemas", recalcó. Preguntado sobre el plan a seguir en caso de que se produzcan variaciones respecto al guion previsto, Ocaña descartó más subidas de impuestos, aunque no lo hizo en el caso de los recortes de gasto. "Por el lado de los ingresos, los ajustes están hechos y lo deseable sería no elevar impuestos. Ahora tenemos que ajustar el gasto. Estamos pensando en un ajuste inteligente, actuando sobre aquellas partidas sobre las que haya margen", dijo.
Todos los gastos han caído, excepto los de personal, por el pago del desvío del IPC
Y una de ellas puede ser el gasto autonómico. El Ejecutivo presentará hoy a los consejeros de Economía, en el marco de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, los objetivos de consolidación fiscal para 2012, 2013 y 2014. Los dos primeros ya están fijados y el de 2014 sí es nuevo, aunque Ocaña no precisó si se modificarán los ya establecidos para los dos primeros ejercicios. Lo que sí descartó es que se vayan a presentar techos de gasto para las autonomías. "No está en la agenda", subrayó.
Cualquier exigencia adicional supondría un revés para las deterioradas cuentas regionales. Según Hacienda, solo cuatro comunidades (Madrid, Extremadura, País Vasco y Canarias) cumplieron en 2010 con el objetivo de estabilidad fiscal marcado para ese ejercicio (un 2,4% del PIB regional).
El superávit de la Seguridad Social frena su caída
La senda de caída experimentada por el superávit de la Seguridad Social desde septiembre de 2008 se frenó en marzo. En los tres primeros meses de este año, la diferencia positiva entre ingresos y gastos se elevó a 6.089 millones de euros, lo que supone un aumento del 2,4% respecto al mismo periodo de 2010.El superávit logrado por el sistema hasta marzo fue consecuencia de unos ingresos que alcanzaron los 30.835 millones de euros, un 2,61% más, y de unos pagos que sumaron 24.746 millones de euros, un 2,66% más que en el mismo periodo de 2010.Un dato que fue valorado positivamente ayer por el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, quien destacó el hecho de que el superávit vuelva a crecer tras un fuerte periodo de ajuste. "Es la primera vez en la historia contemporánea de España y en relación con crisis anteriores en la que la Seguridad Social va a ser capaz de arrastrar tres o cuatro años de durísima crisis y de destrucción de empleo con equilibrio en sus cuentas", apuntó Granado. Entre los factores que han propiciado ese cambio de tendencia se encuentra el incremento de la recaudación de las cotizaciones por los ocupados.El total de las cotizaciones sociales ascendió en marzo a 26.115 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,87% respecto al mismo periodo del año anterior, con un comportamiento muy dispar entre las correspondientes a parados y ocupados. Las primeras disminuyeron un 9,73% en tasa anual, mientras que las cotizaciones de ocupados registraron un incremento del 0,65%.
Grandes cifras tributarias
IVA Es la figura impositiva que más está impulsando la recaudación del Estado. Los ingresos por IVA crecieron un 8% hasta marzo, lo que supone una inyección adicional de 1.164 millones respecto al primer trimestre de 2010.SOCIEDADES Por contra, la recaudación por sociedades continúa en caída libre, con un descenso del 42,7% en los tres primeros meses del año. No obstante, Ocaña relativizó estos resultados a la espera de conocer los ingresos en abril, donde se produce el primer pago fraccionado de las empresas. De hecho, apuntó que hasta marzo tan solo se han presentado el 5% de las declaraciones.ESPECIALES Los ingresos obtenidos por el Estado por los impuestos especiales cayeron un 2,8% en el primer trimestre fuertemente condicionados por el recorte de la recaudación en las labores del tabaco (un 5,5% menos) y en hidrocarburos (un 2,7% menos). Ambos muestran el impacto que la caída del consumo ha tenido sobre los ingresos. En el caso de los hidrocarburos, las menores ventas han estado justificadas por el repunte de los precios, mientras que en el tabaco ha pesado especialmente la aplicación de la ley antitabaco puesta en marcha a principios de este año.ENDEUDAMIENTO La necesidad de endeudamiento del Estado a finales de marzo se situó en 22.419 millones de euros, lo que supone un incremento del 124% en tasa anual. Ese aumento de 12.500 millones respecto al primer trimestre de 2010 corresponde, según Ocaña, a la estrategia diseñada por el Tesoro para aprovechar la rebaja de la tensión en los mercados financieros y obtener financiación a un precio competitivo. Del dinero logrado a través de la emisión de deuda a corto y medio plazo, una parte se va a destinar a pagar los vencimientos de deuda y otra para mejorar la gestión de la tesorería.