El mercado descuenta la reestructuración de la deuda griega
La tragedia no ha terminado. Las rentabilidades exigidas a los bonos helenos se disparan a nuevos récords históricos tras los rumores que hablan de una reestructuración de la deuda, una situación límite que los líderes europeos consideraría una "catastrofe".
Cada vez que los dirigentes de un país europeo en dificultades financieras anuncia que no necesita ayuda se puede dar por descontado que el estado en cuestión terminará cayendo en cuestión de días. Así ha pasado con Grecia, Irlanda y Portugal. Por ello los rumores y posteriores desmentidos de que el Gobierno de Atenas puede estar pensando en una refinanciación de su deuda, que rebasa el 140% de su Producto Interior Bruto (PIB), han despertado los miedos en el mercado.
La posibilidad de que la economía helena se vea obligada a renegociar los plazos e interés a causa de sus dificultades para financiarse en el mercado no es bien vista ni por operadores, ni por los dirigentes políticos. La rentabilidad exigida a las letras a 10 años emitidas por Grecia ha vuelto hoy a tocar un nuevo máximo, que últimamente cosecha en cada sesión, y ya se sitúa por encima del 14%. Niveles preocupantes que hacen a los analistas empezar a hablar de otras "posibles medidas" que no se atreven a especificar.
El que si se ha encargado de especificar ha sido el diario heleno Eleftherotypia que ha insistido hoy en que el ejecutivo griego ya solicitó la renegociación en las condiciones de su deuda durante el pasado Ecofin. Una versión que ha rechazado el gobernador del Banco central al afirmar que esta posibilidad "no es necesaria, ni deseable" ya que supondría el veto a la entrada de los mercados internacionales. Palabras sobre las que ha preferido no pronunciarse la ministra de finanzas francesa que ha reconocido que "sería catastrófico" una modificación en los requisitos de pago de cualquiera de los países rescatados, ya que pondría de manifiesto la incapacidad de la UE.
Esta situación se produce en un ambiente de pesimismo y preocupación ante la por las gruesas palabras que llegan desde Finlandia. El partido ultraderechista, Verdaderos Finlandeses, clave tras las últimas elecciones legislativas, ya ha avisado que "no van a pagar los errores de los demás" y han puesto en duda el actual sistema de rescate.
Este ambiente ha causado que hoy mismo el Tesoro español haya tenido que subir el precio para conseguir compradores por deuda a corto plazo. El organismo público ha colocado 4.659 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, en la parte baja del rango previsto, ya que se esperaba subastar entre 4.500 y 5.500 millones. "La subasta se ha producido en el peor momento posible. Tras un periodo de calma, han vuelto las tensiones al mercado de la deuda por los problemas de Grecia y las dudas sobre su proceso de rescate", ha afirmado a Reuters Soledad Pellón, analista de IG Markets.
Además, la prima de riesgo sigue en ascenso con el diferencial disparado en 220, tras subir 45 puntos básicos en apenas cuatro sesiones. Mientras tanto el resto de países periféricos siguen con su penitencia. Grecia ya paga un estratosférico 18% por sus títulos a 24 meses y Portugal en plena negociación para cerrar su plan de ayuda abona un 9% por bonos a una década.