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Recortará su actividad en Alicante al obligarle AENA a usar los 'fingers'

Ryanair tira la toalla y dejará de operar la ruta Madrid-Valencia por el AVE

El AVE Madrid-Valencia se cobró ayer su primera víctima. La hora y media de viaje en tren entre las dos ciudades es algo a lo que Ryanair no podrá hacer frente. Ayer, su presidente, Michael O'Leary, confirmó que abandona la ruta entre las dos ciudades.

El presidente de Ryanair, Michael O'Leary, aseguró ayer en Alicante que la aerolínea de bajo coste "ha dejado de operar" la ruta entre Valencia y Madrid y "no volverá a operarla en el futuro", debido a que "no puede competir con el AVE".

Preguntado en un desayuno informativo por los planes de la compañía para su ruta entre Valencia y Madrid, el presidente de Ryanair explicó que esta "no empezará otra vez". "La ruta entre Valencia y Madrid, no, porque ahora no se puede competir en una ruta corta con el tren de alta velocidad".

Recorte en Alicante

Por otro lado, O'Leary precisó que la compañía aérea recortará "hasta un 80%" sus operaciones en el aeropuerto de Alicante a partir del próximo mes de octubre si AENA le obliga a utilizar las "pasarelas telescópicas" para operar en la nueva terminal de El Altet, ya que supondría "pagar dos millones de euros extras al año" e imposibilitaría "cumplir con el tiempo de escala de 25 minutos" que tiene marcado la aerolínea.

O'Leary realizó estas declaraciones durante un desayuno informativo en Alicante, en el que denunció "el comportamiento abusivo de AENA", que "ha obligado a Ryanair a trasladarse a la nueva terminal", una infraestructura que ha calificado de "innecesaria". Según dijo, no tenemos "mucho inconveniente" en pagar esos dos millones de euros, pero se niega a prescindir de las escalas de 25 minutos.

O'Leary a alertado que esa reducción de rutas, que se aplicará al inicio de la temporada de invierno, conllevará la pérdida de "unos 2.500 puestos de trabajo", dado que supondrá pasar de 11 aviones con base en El Altet a 2, y de operar 62 a 31 rutas, lo que reducirá las frecuencias semanales de más de 600 a menos de 200 y dejará los más de 4 millones de pasajeros anuales en menos de 1,5 millones.

"Con estos recortes, AENA en Alicante perderá 18 millones de euros anuales en concepto de tasas aeroportuarias y al menos otros 12 millones de euros en pérdida de ingresos comerciales por la reducción de 2,5 millones de pasajeros por año", ha indicado O'Leary, quien ha añadido que esto supone la pérdida de "30 millones de euros al año y de más de 2.500 puestos de trabajo en Alicante".

Ha destacado que la nueva terminal permite el embarque y desembarque de los aviones a pie, lo que posibilita que "los pasajeros suban y bajen del avión utilizando las dos puertas del mismo" y, por tanto, que "el tiempo de escala de los vuelos sea de 25 minutos", algo que no podría darse con la pasarela telescópica.

Un coste de solo 32 céntimos por pasajero

AENA no tardó ayer en responder al primer ejecutivo de Ryanair al asegurar que el coste del servicio de pasarela telescópica (el finger) no es un argumento válido para que Ryanair rebaje su actividad en Alicante, ya que ha rebajado en 2011 un 11% la tarifa por uso de pasarela, que supone un coste de 32 céntimos por pasajero.AENA recordó que Ryanair utiliza pasarelas en otros aeropuertos, como Barajas, El Prat y Gran Canaria, y no pone en duda la viabilidad. Pese a ello, aseguró que estudiará cualquier alternativa de operación de Ryanair, siempre que no ponga en riesgo la calidad en la prestación del servicio y no suponga una discriminación para el resto de aerolíneas. A este respecto, asegura que los procedimientos sobre embarque y desembarque de pasajeros no obedecen a una decisión arbitraria del aeropuerto de Alicante, sino que son fruto de su obligación de asegurar la prestación de un servicio con todas las garantías.

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