IAG pone las pilas a Iberia nada más nacer
La fusión con British Airways se ha traducido en una batería de iniciativas que implican a American Airlines, el futuro gran aliado
El holding IAG, que desde el pasado mes de enero es la cabeza pensante de uno de los tres mayores grupos aeronáuticos del planeta, pone las pilas desde el minuto cero a las dos compañías fusionadas sobre las que construye su existencia: Iberia y British Airways.
Sinergia es la palabra clave por la que apuesta la dirección del nuevo grupo en los cuatro primeros años
Antonio Vázquez y Willie Walsh, presidente y consejero delegado del nuevo gigante, hacen de la conquista de las sinergias detectadas el primer gran reto de la integración. Walsh advierte que "en cifras absolutas no reportará beneficios importantes hasta dentro de dos o tres años, pero desde ahora mismo es nuestro empeño prioritario". La venta cruzada de billetes, la combinación de rutas e itinerarios, la contratación conjunta de seguros de los aviones, la compra de combustible, la colaboración en handling o la interconexión de los sistemas informáticos son retos inmediatos. La mejor prueba de las implicaciones resolutivas que IAG ha decidido tomar sobre la estrategia y el día a día de sus operadoras la encontramos en la temprana decisión, tomada en marzo por el holding, sobre la adquisición de 16 aparatos Airbus 330 por un precio de catálogo de unos 3.200 millones de euros para renovar la mitad de la flota de largo radio de Iberia. Otra iniciativa de calado ha sido el anuncio para la creación de un centro de carga de Iberia en la Terminal 4 y el lanzamiento de la marca Cool & Fast, cuyo objetivo es convertir el aeropuerto de Barajas en un hub de conexión de productos perecederos entre los productores de América Latina y los mercados europeos. Otra acción rápida, esta vez en común con British Airways y con el socio natural de ambas al otro lado del Atlántico, American Airlines, ha sido la creación de centros de soporte de conexiones (TSC, por sus siglas en inglés) en los principales aeropuertos de distribución de tráfico que reciben vuelos de las tres aerolíneas en Estados Unidos y en Europa. Se trata de Chicago, Nueva York (JFK), Londres-Heathrow y Madrid-Barajas. Este dispositivo permite otorgar un trato preferente a los mejores clientes que vuelan en conexión con las tres compañías. Queda pendiente una decisión sobre la manera de abordar los tráficos de corto y medio radio, donde Iberia tiene su talón de Aquiles.