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Los fabricantes de los reactores ofrecen ayudas

Tepco verterá 11 toneladas de agua radiactiva al mar

La propietaria de la central nuclear de Fukushima ha iniciado el vertido de miles de toneladas de agua radiactiva al océano para permitir que sus operarios continúen las labores para lograr controlar la situación. El agua excede en cien veces los límites de yodo-131.

Tepco ha comenzado a lanzar al mar miles de toneladas de agua radiactiva para facilitar las tareas de sus operarios, a los que la contaminación impide avanzar en algunas zonas. La operación supondrá el vertido al océano Pacífico de 11.500 toneladas de agua procedente de depósitos especiales y del sótano de los reactores 5 y 6, los únicos de los seis grupos de la central que están por ahora controlados. Esa agua excede cien veces el límite legal de yodo-131, un nivel relativamente bajo en comparación con el del agua que inunda algunas áreas de la instalación, con una radiación hasta 100.000 veces superior.

La Agencia para la Seguridad Nuclear de Japón insistió en que la operación no entraña riesgos para la salud, mientras el portavoz del Gobierno, Yukio Edano, dijo que es una medida de emergencia y que Tepco debe vigilar su posible impacto medioambiental. El objetivo es dejar espacio en los depósitos para almacenar el agua altamente radiactiva que inunda los edificios de turbinas de los reactores 1, 2 y 3, y que dificulta seriamente las labores de los operarios para enfriar esas unidades.

Desde el maremoto del 11 de marzo, operarios de Tepco luchan por devolver la refrigeración a los reactores de Fukushima, pero sus tareas se enfrentan a constantes problemas. Ahora, el más acuciante es el agua radiactiva que inunda algunos edificios de la central e identificar la ruta de una filtración al mar de agua que podría provenir del núcleo del reactor 2.

La crisis nuclear ha llevado a los expertos japoneses a extremar el ingenio e idear las más diversas respuestas a cada nuevo incidente que se produce en Fukushima, pero de momento nada ha funcionado. Ayer se vertió líquido con colorante blanco en un túnel cercano al reactor 2 para tratar de determinar la vía por la que el agua radiactiva llega al mar.

Después de detectar el sábado una grieta de 20 centímetros en una fosa cercana al reactor, se intentó sellarla con hormigón y luego se inyectó polímero en polvo para absorber el agua, sin éxito. Tepco baraja la posibilidad de instalar una barrera en el litoral para contener el agua radiactiva, cuando hace días había fabricado miles de litros de una resina especial para fijar el polvo radiactivo al suelo y evitar que se esparciera con el aire o la lluvia.

Por otro lado, la estadounidense General Electric (GE) y la japonesa Hitachi, fabricantes de los reactores afectados (el 1, 2 y 3 de la primera y el 4, de la segunda), han anunciado ayudas a largo plazo para controlarlos y limpiar el lugar de radiactividad.

Crítica de la OIEA

La Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) criticó ayer a Tepco por no tomar las medidas suficientes para evitar los efectos del tsunami. Para el director de este organismo, Yukiya Amano, hay que fortalecer las medidas de seguridad.

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