Cajastur, dispuesta a liderar un nuevo banco
Caja Extremadura y Caja Cantabria, abiertas al proyecto.
Las urgencias para constituir Banco Base han pasado factura y ayer provocaron la defunción del grupo después de que las asambleas de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria se decantaran por romper el proyecto conjunto con CAM. Ahora se abre la puerta para poner en marcha un nuevo proceso liderado por la entidad presidida por Manuel Menéndez, en la que participarían las otras dos entidades y que estaría abierto a nuevos participantes. En caso de prosperar, su petición de dinero al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se reduciría considerablemente, según aseguran fuentes del sector.
Toca, por tanto, empezar de nuevo. El futuro de CAM se encuentra cerca de la intervención y la tutela del Banco de España a través del FROB, según aseguran fuentes del sector. El porvenir de las otras tres cajas parece que transita por un camino todavía conjunto. Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, añaden las mismas fuentes, tienen previsto empezar de cero y recalcular el core capital o capital principal de cada una tras el frustrado proceso de fusión. Después iniciarán los trámites para constituir un nuevo sistema institucional de protección (SIP) que tenga garantías de éxito.
Las condiciones de la alianza han dado un vuelco espectacular. Banco Base tenía previsto recibir capital del FROB por 1.447 millones. Tras abrirse la caja de los truenos y destaparse los crecientes quebrantos en el balance de CAM, la cifra se recalculó para llegar hasta 2.785 millones.
Una unión sin sobresaltos
Sin la entidad alicantina, la fusión se presenta muy diferente. La presencia del FROB en el capital de la futura sociedad podría resultar testimonial. Fuentes financieras indican que los recursos que tenía previsto solicitar Banco Base al FROB estaban ligados en más de un 90% a las necesidades generadas por CAM.
El campo de los movimientos y de la búsqueda de nuevos socios, sin embargo, sigue abierto. Las fuentes consultadas añaden que Manuel Menéndez, presidente de Cajastur, mantiene su apuesta por configurar una gran entidad con el suficiente músculo para ser un referente en el panorama financiero español. Su pareja iba a ser CAM. Ahora deberá encontrar otra para intentar tener el tamaño adecuado, ya que tras su ruptura con la CAM el SIP que lidera pasaría de ocupar la tercera plaza a la novena, con unos 55.000 millones de activos.
En busca del último tren con rumbo a las fusiones
La desmembración de Banco Base es un duro golpe para la concentración financiera en España. No en vano, el grupo que capitaneaba Cajastur hubiera constituido la tercera caja del país y la quinta entidad de crédito, por detrás de Santander, BBVA, Bankia y La Caixa. Al final las cuentas no han cuadrado y la alianza ha saltado por los aires. Pero Cajastur, Banco CCM, Caja Extremadura y Caja Cantabria todavía conservan alguna alternativa sobre la mesa. Queda un último tren rumbo a las fusiones.Unnim reconoció el pasado lunes que, antes de acudir al FROB, buscará integrarse en algún grupo de ámbito nacional que carezca de una fuerte presencia en Cataluña, su territorio histórico. La entidad resultante de la fusión de las cajas del Vallès habría contactado con Banca Cívica, Ibercaja, Unicaja y las cajas vascas. Ahora también puede conversar con Cajastur. A partir de ahí, las combinaciones exigen negociaciones para determinar quién lideraría un hipotético nuevo grupo nacional.Ibercaja es la gran soltera del proceso de concentración y bien podría mover ficha ahora. Pero al tratarse de una caja sólida y de cierta envergadura es probable que su presidente, Amado Franco, cuestionara la preeminencia de Manuel Menéndez, cabeza de Cajastur. Lo mismo ocurriría con Unicaja. La entidad malagueña ha esbozado una fusión en el tiempo de descuento con Caja España-Duero. BMN también cuenta con un ejecutivo de referencia, Carlos Egea. Mientras que en Banca Cívica, Enrique Goñi (CAN) y Antonio Pulido (Cajasol) han logrado llegar a una entente. Las cajas vascas son solventes, pero deben lidiar con demasiados equilibrios políticos como para complicar su fusión. Finalmente, las cajas más pequeñas (Caja 3, Ontinyent y Pollença) se han decantado por un enfoque de negocio local.
Beneficios
Banco Base anunció que el resultado atribuido del conjunto de cajas que iban a participar en su capital ascendía a 367 millones de euros el pasado año. Tras la ruptura del SIP, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria suman unos beneficios de 240 millones.