Japón admite que las medidas de seguridad en las nucelares eran insuficentes
Casi tres semanas después del peor accidente nuclear de la historia, el Gobierno nipón ha reconocido que las medidas de seguridad en las centrales es insuficiente y que procederá a revisarlas. Etse anuncio se produce a la vez que el Gobierno ha anunciado que aun no vislumbra el final de la crisis radioactiva.
El peor accidente nuclear desde Chernobyl en 1986 no tiene visos de finalizar. Hoy se ha sabido que los niveles de yodo radiactivo el agua del mar cercano a la planta nuclear supera en 3.355 veces los niveles permitidos por las autoridades japonesas. Paralelamente, la alta radiación del agua que inunda varias zonas de la central complica el trabajo de los operarios que intentan reactivar su sistema de refrigeración. Tepco no ha dado aún con la manera de drenar el agua que sigue inundando la zona de turbinas de las unidades 1, 2 y 3 de la central, y que se cree podría provenir de la vasija de contención de los reactores. "No estamos en situación de aformar que podamos tenerlo todo bajo control en un buen periodo", aseguró el secretario del Gabinete, Yukio Edano en una conferencia de prensa.
En esta situación, el Ministerio de Comercio anunció en un comunicado que reconoce implícitamente que las medidas de seguridad eran insuficientes y que, por ello, van a lanzar una lista de nuevas normas para las plantas.
Según un estudio llevado a cabo por Reuters, los informes regulatorios y de la compañía muestran que sistemáticamente se habían subestimado los riesgos en sus centrales y había hecho caso omiso de las advertencias.
Antes del desastre, los 55 reactores aportaban el 30% del suministro eléctrico de la compañía. Este porcentaje debía crecer hasta el 50% hasta 2030. Los planes de seguridad de Tepco sostenían que apenas había un 10% de posibilidades de que un tsunami superase las defensas de la central.