China, Japón y Libia, acicate para los metales
Las cotizaciones están en máximos y hay margen para prolongar las alzas.
En los precios de los metales hay una auténtica revolución. Y en algunos casos, como es el oro, la situación se prolonga en años; desde 2001 ha subido el 425%. Invertir en el metal precioso, y en otros como la plata, ha sido más rentable que hacerlo en Bolsa en estos casi cuatro años de crisis financiera. También han sido atractivos el cobre y el zinc, aunque realmente han destacado a partir de 2009.
El alza del precio de los metales se ha gestado en distintos frentes. La recesión económica de los países desarrollados convirtió a los metales en un activo refugio para los inversores. Después, perdieron ese perfil conservador y siguieron al alza apoyados por la recuperación iniciada en Estados Unidos, que apuntaba a un incremento en los niveles de demanda. Recientemente, se ha añadido el efecto por los conflictos en Libia y el tsunami de Japón. China forma igualmente parte de este escenario, siendo el consumidor más fuerte, sobre todo, de oro.
La influencia que han tenido todos estos factores en los precios van a tener continuidad en el tiempo. El crudo ha escalado por encima de los 115 dólares el barril Brent tras los enfrentamientos en el norte de África. Este es uno de los motivos que hace pensar a los expertos que los avances en los metales continuarán. Algunos estiman que el oro podría superar los 1.500 dólares en 2011.
El oro ha subido un 425% desde 2001, más que la Bolsa
En este sentido, Citi considera que el impacto de la catástrofe natural de Japón impulsará el metal precioso, puesto que los inversores buscarán "activos refugio" por las incertidumbres derivadas. Sin embargo, la firma mantiene al mismo tiempo una "visión de recuperación económica a medio y largo plazo, que debería apoyar a la industria del platino y el paladio". Hay otros analistas que estiman que el aluminio, el zinc y el cobre participaran igualmente en la reconstrucción de Japón.
Bajo esta perspectiva, y desde el punto de vista de la inversión, las acciones de las mineras y de recursos minerales son las que presentan mayor atractivo. Así lo señala UBS en un reciente informe, aunque los expertos aconsejan tener cierta cautela, ya que algunas compañías se han revalorizado mucho y podrían corregir en el corto plazo. Los analistas de esta firma creen que la reconstrucción de Japón provocará una alta demanda de metales, especialmente en los próximos dos o tres meses.
Al mismo tiempo, UBS se muestra preocupado por la importación de metales por parte de China, que tras las subida de tipos de interés por encima del 6% para retraer el consumo, ha mostrado cierta debilidad.
Otra de las preocupaciones que mantiene el mercado a nivel general son los costes de la producción. "La demanda de aluminio ha sido muy fuerte desde que se inició la crisis financiera. Con el alto coste del petróleo, se ha incrementado el miedo a que impacte en los procesos de producción en algunas fundiciones, particularmente para China", comentó está semana un experto a Bloomberg.
La integridad del euro y la situación de económica de los países periféricos se perfila como el factor más influyente en la tendencia de los metales a corto plazo. El resultado de la cumbre europea que han mantenido los líderes de la UE será, en este sentido, clave. "El precio del oro va a permanecer en máximo histórico. Esto es así por las incertidumbres que permanecen sobre la deuda soberana de algunos países de Europa. La estabilidad del euro se ha cuestionado, y esto puede dar un nuevo empuje a las materias primas", según señala MF Global Holdings.
Los expertos de Citi se expresan en los mismos términos: "Las políticas de Europa irán encaminadas a la supervivencia del euro. Sin embargo, los riesgos no han desaparecido, y el mercado seguirá apostando por los metales, especialmente por el oro y la plata".