El Gobierno allana la crisis laboral de Nueva Rumasa en víspera electoral
Nueva Rumasa, UGT y CC OO llegaron ayer a un principio de acuerdo con el que dar una salida a los 5.000 trabajadores de las empresas del grupo. La propuesta: suspensión temporal de empleo por un periodo de seis meses o reducción de jornada. Un acuerdo que tendrá que contar con el visto bueno de los jueces que tramiten sus concursos de acreedores.
Nueva Rumasa, la Dirección General de Trabajo, el Ministerio de Medio Ambiente y los sindicatos hicieron ayer gala de buena voluntad. Todos quieren evitar el desplome definitivo del grupo de empresas de la familia Ruiz-Mateos, que se llevaría por delante a una plantilla que engloba cerca de 5.000 trabajadores directos y conllevaría una fuerte movilización a solo dos meses de las elecciones autonómicas y municipales
Juntos escenificaron su predisposición a llegar a un pacto por el empleo. Un acuerdo que se podría plasmar hoy mismo, ya que UGT y CC OO se han comprometido a presentar a Nueva Rumasa un "acuerdo marco". En él recogerán la posibilidad de que los empleados del grupo se acojan a una suspensión de empleo de hasta 180 días (seis meses) o reducir la jornada laboral. "Se trata de una medida transitoria porque queremos evitar la extinción de los contratos", explicaba Sebastián Serena, secretario de Política Sindical de UGT. Gracias a este acuerdo, los trabajadores recibirían una prestación por parte del INEM sin disminuir, de cara a un futuro incierto, sus prestaciones por desempleo.
Por el momento, no se puede hablar de un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) para las empresas de Nueva Rumasa. De hecho, su consejero delegado, José María Ruiz-Mateos, reconocía ayer que no se trata de "un grupo empresarial", sino de un conjunto de empresas que comparten los mismos gestores. Por ello, aunque se llegue al citado acuerdo marco, se deberá tramitar cada pacto empresa por empresa.
Al mismo tiempo, las sociedades que ya estén en concurso de acreedores -por el momento solo se ha aceptado el de Dhul- dependen de las decisiones de los jueces encargados de su ejecución. Sin embargo, el director general de Trabajo, Raúl Riesco, confía en que los jueces "sean sensibles" y apliquen la reducción de jornada o la suspensión temporal de empleo. "Queremos encauzar todo lo que está sucediendo y articular una declaración de intenciones para que los jueces de lo mercantil la acepten", insistió Riesco. Por el momento, los sindicatos no dan números sobre cuántos trabajadores podrán verse afectados. Asumen que será un proceso lento dada la compleja contabilidad de las empresas.
Al mismo tiempo, los responsables del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) volvieron a manifestar ayer su predisposición a hacerse cargo de la deuda salarial de las empresas de los Ruiz-Mateos que, dependiendo de la sociedad, se alarga entre dos y cinco meses.
Más empresas en concurso
Hasta el 90% de las empresas de Nueva Rumasa con problemas para afrontar el pago a acreedores y los salarios de sus plantillas podría entrar en concurso de acreedores, según adelantaron ayer los sindicatos. Sin embargo, Ruiz-Mateos Rivero matizó que, por el momento, solo tienen pendiente solicitar el concurso de acreedores de cuatro bodegas andaluzas y de la sociedad de producción avícola Hibramer. Estas cinco se sumarán a Dhul y a los concursos ya solicitados de Clesa, Cacaolat, Carcesa y Quesería Menorquina. Así, serían 10 las empresas en concurso, pese que en un primer momento, los Ruiz-Mateos limitaban el impacto de la suspensión de pagos a dos o tres sociedades.
Los dueños de Nueva Rumasa reconocen abiertamente que una de las alternativas que se plantean es la venta de las sociedades. "Muchos buscan gangas o precios irrisorios", asumía Ruiz-Mateos, quien no quiso dar nombres sobre posibles nombres y solo habló de "empresas y fondos nacionales y extranjeros".
Un cambio de talante que aplaude al Ejecutivo
A veces un cambio de tono revela un giro en la estrategia. José María Ruiz-Mateos Rivero, el hijo del fundador de Nueva Rumasa, puso ayer de manifiesto un talante conciliador y de agradecimiento a la labor del Ejecutivo que dista de las últimas comparecencias de la familia.Aunque los Ruiz-Mateos siguen acusando al Banco Santander de cerrarles el grifo del crédito y acelerar sus problemas económicos, ayer reconocieron que aún no han iniciado los trámites para demandar a la entidad financiera y a su presidente, Emilio Botín. Un mensaje que contrasta con el anuncio de sumarse inmediatamente a todos los procesos judiciales abiertos contra Santander y su máximo ejecutivo. José María Ruiz-Mateos Rivero solo criticó al Santander afirmando que preveían que su "banco de toda la vida estaría a las duras y a las maduras, pero no ha sido así".Ni rastro de críticas al Ejecutivo, al que agradeció su colaboración. Al mismo tiempo reconoció que en la gestión de las sociedades que integran Nueva Rumasa se han cometido errores. "Somos humanos y cometemos fallos", reconocía ayer ante los periodistas. "Nuestro lema siempre ha sido 'comprometidos con el empleo' y ha sido un error, porque en los últimos cuatro años de crisis no se ha querido despedir a nadie y nos equivocamos", insistía. "Hemos cometido varios errores, pero el principal ha sido ese", recalcaba el hijo del fundador de Rumasa. De hecho, volvió a poner a su padre como ejemplo a la hora de crear empleo. "Con Rumasa creó 65.000 puestos de trabajo y ahora ha creado 10.000", apuntó pese a que los sindicatos rebajan la cifra de trabajadores de Nueva Rumasa hasta los 5.000 empleos directos.
Las cifras
5.000 trabajadores directos hay en las empresas de Nueva Rumasa. Los sindicatos aún no han calculado cuántos se acogerían a la suspensión temporal de empleo.10 empresas de Nueva Rumasa son las que solicitarán el concurso de acreedores.