El GP de Australia descartan que la ausencia de Ecclestone comprometa su futuro
Los responsables del Gran Premio de Austrlia quitaron ayer importancia a la ausencia del patrón de la Formula 1, Bernie Ecclestone, del circuito de Albert Park este fin de semana. El magnate se encuentra, según sus informaciones, en Nueva York, negociando la posibilidad de albergar una carrera en la capital estadounidense.
Los portavoces del alcalde, Michael Bloomberg, negaron ayer sin embargo que el primer edil tuviese intención de reunirse con Bernie Ecclestone, según informó el diario Washington Post. El británico había asegurado su disgusto con las autoridades australianas por los elevados costes que implica organizar el evento en Melbourne. Cabe destacar que el de Albert Partk es un circuito urbano que hay que montar y desmontar para cada gran premio. La administración de la Formula 1, además, pretende que Australia se convierta sien una carrera nocturna, para adaptarse así a los horarios europeos. Esta posibilidad elevaría aun más los costes de organización. La organización pierde unos 40 millones de dólares cada año por organizar el evento.
En todo caso, el presidente de la Austeralian GP Corporation, Ron Walker, aseguró ayer que el futuro de la carrera estaba asegurado más allá del actual contrato, que expira en 2015. Las Autoridades locales no lo tienen tan claro. El alcvalde de la ciudad, Robert Doyle, expresó en enero sus dudas acerca de la repercusión del evento, dado el coste que suponía para los contribuyentes. Estas declaraciones llevaron al porpio Ecclestone a asegurar que el circo no necesitaba a Australia en el calendario. "Yo diría lo mismo que él", afirmó por su parte Walker. "Si ves que el alcalde de una ciudad critica la carrera y dice que no la necesita o que es demasiado cara y le respondería "bueno, pues se la darñe a Vladimir Putin o al primer ministro de India o Corea".
Una de las opciones para reducir los costes a largo plazo sería construir un circuito estable, cerca del aeropuerto de Avalon, a 50 kilómetros, si bien se tardaría tres años en terminar las obras.