Un empeño personal catarí en conocer Telefónica... y a Alierta
Protocolaria, formal y al más alto nivel. Ahmad M. Al-Sayed, consejero delegado de Qatar Holdings, se ha convertido en uno más de los ilustres visitantes de la nueva sede de Telefónica en Madrid, situada en Las Tablas y de la que su presidente, César Alierta, se muestra particularmente orgulloso.
Esta vez, sin embargo, el interés no era arquitectónico. Era personal, muy personal. Telefónica recibió encantada al alto ejecutivo, sobre todo porque tiene en sus manos el control del fondo soberano que gestiona la fortuna de un emirato muy rico. Las alegrías en Bolsa no sobran para una compañía que ha perdido un 10% de su valor desde el arranque de 2008. Cualquier guiño al interés de la potencia catarí por entrar en el capital es bienvenido.
Pero por mucho que Telefónica salga ganando con una hipotética compra de acciones de Qatar Holdings, no fue la operadora española la que dio el primer paso. Según fuentes conocedoras del encuentro, fue el consejero delegado catarí el que insistió en conocer Telefónica y a su presidente, César Alierta; fue él quien quiso conocer de primera mano al ejecutivo y a la compañía que se ha convertido en la primera empresa española, la segunda operadora europea por valor en Bolsa y la cuarta del mundo.
Los contactos fueron preliminares y no se concretaron de manera inmediata. A diferencia de Iberdrola, Telefónica no necesita una alianza con el fondo catarí, pero no va a rechazar el caramelo de una inversión en su capital. Catar tampoco tiene prisa, así que Ahmad M. Al-Sayed regresó a sus dominios con toda la información bajo el brazo y una decisión de inversión por adoptar.