Los 27 pedirán acelerar la capitalización de los bancos que suspendan los test de estrés
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE pedirán durante la cumbre del 24 y 25 de marzo acelerar los preparativos para la reestructuración y recapitalización de los bancos que suspendan la nueva ronda de test de estrés, cuyos resultados deben publicarse en junio.
"Los Estados miembros deberán preparar, antes de la publicación de los resultados, estrategias concretas y ambiciosas para la reestructuración de las entidades vulnerables, incluyendo soluciones del sector privando (financiación directa en el mercado o venta de activos), pero también un marco sólido para prestar apoyo del Gobierno en caso de necesidad", señala el borrador de conclusiones de la cumbre.
La vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, resaltó este martes que el decreto para reforzar el capital de las entidades españolas, que fue convalidado por el Congreso el 10 de marzo, ya prevé la recapitalización de las cajas que no superen las pruebas de estrés.
Los líderes europeos se comprometerán además en el Consejo Europeo de primavera a "aumentar la consistencia y la calidad de los resultados" de los test de resistencia. Los bancos deberán desvelar su exposición a la deuda soberana europea, tanto la que pretenden vender a corto plazo como la que mantienen en cartera hasta su vencimiento.
La anterior ronda de test de estrés que se realizó en julio de 2010 sólo examinó la exposición a la deuda soberana en la cartera de negociación. Los bancos no desvelaron el riesgo de su cartera a largo plazo, que constituye alrededor del 83% del total, según denunció la OCDE. Si se hubiera tenido en cuenta, se habría detectado el riesgo de pérdidas adicionales de 139.000 millones de euros en el sistema financiero de la UE.
La OCDE criticó también que los exámenes no incluyeran la hipótesis de una reestructuración de la deuda de los países más débiles, como Grecia o Irlanda, algo que a priori tampoco se hará en esta nueva ronda.
De las 91 entidades examinadas en 2010, sólo 7 suspendieron (5 de ellas cajas españolas) y las pruebas detectaron una necesidad de capital adicional de únicamente 3.500 millones de euros. Sin embargo, los test no detectaron los problemas del sistema bancario irlandés, que obligó al Gobierno de Dublín a pedir un rescate de la UE y del Fondo Monetario Internacional un par de meses más tarde.