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Columna
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Mercados vulnerables a la crisis nuclear

Los inversores globales han tratado de ver a través del terremoto de Japón. Pero el reconocimiento de Naoto Kan, primer ministro japonés, de que la radiación se ha filtrado desde la central nuclear afectada ha causado pánico vendedor en Tokio, que ahora se está extendiendo a otros mercados mundiales.

La aversión al riesgo está encendida y puede resultar intensa. Las acciones, el petróleo e incluso el oro se están debilitando a medida que los mercados impulsados por la liquidez y la especulación van en retirada. El panorama mundial sigue siendo de recuperación. Pero hasta que Japón consiga mantener su crisis nuclear bajo control y recupere la calma, los mercados globales parecen vulnerables.

Hay temor a una catástrofe nuclear. Los niveles de radiación comunicados aún no son peligrosos, salvo en las inmediaciones de la central nuclear, pero han aumentado ligeramente no lejos de Tokio. A pesar del bombeo de enormes cantidades de liquidez por el banco central, los mercados padecerán el riesgo de pánico vendedor.

Las grandes pérdidas sufridas en los mercados de capitales de Japón están llevando a vender en otro lugar. El dólar y el Tesoro de EE UU son de nuevo favorecidos. El oro, normalmente un refugio seguro, está también cayendo, probablemente porque los inversores piensan que su carrera alcista es especulativa y ha ido demasiado lejos. El precio del petróleo ha caído, a pesar de los disturbios en Bahrein, debido al temor de que la crisis de Japón obstaculice la demanda y perjudique la recuperación mundial. Ese temor parece recargado. El crecimiento de Japón se resentirá en la segunda mitad del año a medida que la reconstrucción sigue adelante. Eventualmente, la reconstrucción se sumará a la demanda de petróleo, al igual que la desviación del suministro de energía nuclear hacia combustibles fósiles.

La crisis debería ser abordada con éxito y la recuperación mundial continuar. Hasta que los japoneses se sientan seguros, es poco probable que lo estén los mercados. El shock nuclear de Japón, después del shock de los precios del petróleo, mantendrá las acciones en retirada.

Ian Campbell

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