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Mercados

El Ibex aguanta el tipo en una semana volátil

Cae en la semana el 0,95% pero sufre el menor retroceso de Europa.

El terremoto que asoló ayer Japón puso fin a una semana turbulenta en los mercados. La guerra civil en Libia, las movilizaciones en el mundo árabe, la inquietud suscitada en el mercado de deuda ante la cumbre de la UE, las rebajas de rating a Grecia y España por parte de Moody's, así como el resultado del examen del Banco de España al sector financiero fueron solo algunos de los acontecimientos clave. Un conjunto de factores que acentuó la volatilidad de las Bolsas y mantuvo cautos a los inversores. El Ibex, con todo, aguantó el tipo y pese a perder el 0,36% y los 10.400 puntos el viernes, concluyó la semana con un castigo del 0,95%, el menor entre las grandes índices europeas.

Europa pagó caro el nuevo rebrote de tensiones en el mercado de deuda. Las Bolsas cerraron la semana con caídas que oscilaron entre el 2,7% del Footsie y el 1,24% de la Bolsa de Milán. Y es que poco gustó a los inversores el aumento de las primas de riesgo, acelerado por las rebajas de rating a Grecia o España. La rentabilidad del bono griego a 10 años llegó a tocar el 12,9%, un nivel nunca visto, el portugués escaló hasta el 7,7%, el irlandés llegó al 9,68%, mientras que el contagio llevó al español hasta el 5,55% y al belga al 4,38% -el viernes cerraron en el 12,8%, 7,6%, 9,6%, 5,4% y 4,23%, respectivamente- ante el temor a una falta de consenso en la cumbre de la UE celebrada el viernes. El resultado se conoció con los mercados cerrados, por lo que el lunes se verá el veredicto de los inversores.

Al nuevo rebrote de la crisis de deuda en Europa se sumaron, además, otros acontecimientos desestabilizadores que fomentaron la cautela. El miedo a una intervención de la OTAN en Libia siguió ejerciendo presión en el precio de las materias primas y pese a los retrocesos del viernes continúan en niveles elevados. El Brent, por ejemplo, cerró el viernes en 113,8 dólares, un encarecimiento que hace temer también rebrotes inflacionistas y un lastre más a la recuperación económica.

El terremoto de Japón añadió todavía más nerviosismo. A la espera de ver el impacto económico en el país, el Nikkei perdió el 1,7% y contagió a otras Bolsas asiáticas, que también cayeron más del 1% de media. Mientas, a nivel global, las aseguradoras fueron las más afectadas. Un episodio que eclipsó otros acontecimientos más positivos como las nuevas medidas de ajuste anunciadas por Portugal o los datos económicos favorables que llegaron de Estados Unidos.

La presión sobre Portugal, considerada insostenible por los entendidos puesto que de la deuda cotiza por encima del 7% desde hace semanas, apenas remitió después de que anunciara nuevas medidas fiscales que representan el 0,8% del PIB en 2011, el 2,5% en 2012 y el 1,2% en 2013. Bruselas aplaudió este paso, pero aún así la prima de riesgo del país se amplió al situarse en los 438,69 puntos básicos. La de España cayó algo, a 221.

Las noticias económicas que llegaron de EE UU gustaron más. Las ventas al por menor sin autos, gasolina y materiales subieron el 0,6%, más del 0,5% esperado. Un dato que ayudó a mejorar el sentimiento a pesar de que la caída que reflejó la lectura preliminar del índice de confianza de la Universidad de Michigan. En este contexto, Wall Street borró las ganancias iniciales y concluyó con avances leves el viernes. El Dow Jones subió el 0,5% y el Nasdaq, un 0,54%, ganancias, eso sí, que fueron insuficientes para garantizar un cierre semanal positivo. El Dow Jones acabó un 1,03% a la baja, el Nasdaq perdió el 2,48% y el S&P 500, el 1,28%.

Fuerte castigo a las aseguradoras

Las aseguradoras se convirtieron ayer en el sector más azotado como consecuencia del terremoto de Japón. El índice Stoxx europeo perdió un 2,16%, con Hannover (-5,28%), Scor (-5,17%), Amlin (-5,01%), Catlin (-4,45%) y Munich Re (-4,28%) entre las más afectadas.A falta de cuantificar las indemnizaciones que deberá hacer frente la industria, las primeras estimaciones hablan de una cifra cercana a 7.300 millones de euros, lo que convertiría esta catástrofe en una de las más caras, detrás del terremoto que asoló Northridge en EE UU en 1994, acontecimiento que supuso unos 12.000 millones al sector, según datos de Swiss recogidos por Bloomberg.

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