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Oaktree estudia si realiza una oferta

El 'roble' que analiza el trasfondo de Nueva Rumasa

La firma Oaktree estudiará hasta mediados de semana los balances de sus empresas para decidir si realiza una oferta.

Como en una contrarreloj. Los representantes de la firma de inversión estadounidense Oaktree trabajan a destajo para desentrañar toda la documentación de Nueva Rumasa. Si lo que ven es de su agrado -y la factura no es excesiva- realizarán una propuesta para hacerse con el conglomerado de empresas propiedad de los Ruiz-Mateos. Si no lo es, el panorama para la familia jerezana se pone cuesta arriba. Fuentes próximas a las negociaciones aseguran que la firma estadounidense ha estado trabajando durante todo el fin de semana y que antes del viernes decidirán si hacen o no oficial su interés por Nueva Rumasa.

Echen o no un capote a Ruiz-Mateos, Oaktree ya es un peso pesado dentro de la industria alimentaria española. Es accionista de referencia del grupo cárnico Campofrío y socio principal de Panrico, donde tomó el relevo del fondo Apax Partners. Detrás de estas dos operaciones -como también del interés por Nueva Rumasa-, está Carlos Gila. Un gestor con amplia experiencia en el resurgir de empresas con problemas.

Gila fue el último hombre al frente de Sintel, que protagonizó una de las quiebras más polémicas de la pasada década. Gila adquirió la sociedad a la empresa MasTec -propiedad de los Mas Canosa- en 2001 por solo un euro. Entonces, la empresa perdía cerca de tres millones de euros al día, según tuvo que reconocer el propio Gila ante la Audiencia Nacional, que juzgó el vaciamiento patrimonial de 60 millones que dejó sin trabajo a los más de 1.800 empleados de Sintel. El juez, Santiago Pedraz, decidió sobreseer las acusaciones contra el hoy representante de Oaktree, quien ya entonces hacía gala de su capacidad para reflotar sociedades.

Tampoco ha estado exenta de polémica su gestión en La Seda de Barcelona. æpermil;l fue uno de los artífices del cambio de dirección de las sociedad a mediados de 2009, cuando el grupo estaba al borde de la suspensión de pagos. Sin embargo, se llegó a poner en duda cuáles eran los intereses que Gila defendía dentro de La Seda.

Al margen de polémicas, el representante de Oaktree es además socio de la firma que lleva su nombre, Gila & Co. "Creemos que el verdadero valor de nuestros servicios solo se puede asegurar con la implantación adecuada y dirigida por nosotros de las recomendaciones y planes de relanzamiento", asegura en su web. Si es así, los Ruiz-Mateos tendrían que abandonar por completo su gestión al frente de Nueva Rumasa.

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