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Columna
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Más colocadores para Glencore

Hay pocas pegas en fortalecer al colocador de Glencore. El gigante suizo de materias primas se verá tentado de expandir el grupo de tres bancos que preparan su discutida OPV de 60.000 millones de dólares. La adición de más asesores podría permitir a Glencore presionar las comisiones y aplastar las investigaciones negativas. Los bancos, por su parte, sacan tajada de lo que quizá sea una de las mayores ofertas.

El equipo actual de Glencore -Morgan Stanley, Citigroup y Credit Suisse- es probablemente lo suficientemente grande como para manejar la oferta. Pero existe una tendencia creciente a agigantar los sindicatos de colocación. Enel Green Power tuvo 10 book-runners en su OPV de 2010; Canal Plus ha contratado a 12 bancos para su próxima salida a Bolsa. Para los que no están en el grupo, el atractivo es claro. Si Glencore flota una participación del 20%, podría recaudar 12.000 millones de dólares -una de las mayores OPV-. Los asesores obtienen clasificación del crédito y una parte de las comisiones -particularmente valiosas ahora que las OPV europeas son escasas-.

Glencore será más susceptible que la mayoría a tal negociación pre-OPV. Su negocio depende de enormes cantidades de financiación contingente, como las cartas de crédito. Un papel en la OPV sirve para adular a sus contrapartes y acreedores. Además, la ampliación de pizarra no tiene por qué costarle más dinero. De hecho, la competencia de bancos dispuestos a sumarse al sindicato puede contribuir a apretar comisiones, del típico 3-4% de la cantidad obtenida a un 2%. Otra ventaja -tácita- de Glencore es que los analistas de los bancos sindicados tienen menos probabilidades de sacar investigaciones contundentes.

La desventaja de los grandes sindicatos es que pueden ser demasiado agresivos en materia de precios: Enel Green Power y Ocado, el minorista online, negociaron débilmente en el mercado secundario. Pero los socios de Glencore, que conservarán el grueso de las acciones, tienen razones para no ser muy ambiciosos. Un riesgo mayor es que los bancos ayuden a Glencore a dar una valoración fiable -cambiando el rumbo de la empresa y fusionándola con la minera Xstrata-.

Por Margaret Doyle

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