Más inflación, más hipoteca, más gasto público; menos renta, menos crédito, menos demanda
España se enfrenta en los próximos meses a un escenario de precios al alza por la subida del petróleo que el BCE quiere contrarrestar con un repunte de los tipos de interés, lo que dificultará la frágil recuperación de la economía española y golpeará a las familias, que verán reducida su renta disponible y moderarán su consumo ante el encarecimiento de las hipotecas por la escalada del euríbor.
El repunte de la inflación y las perspectivas de que siga aumentando a corto plazo por el encarecimiento del petróleo amenaza la estabilidad de precios en la zona euro, cuya garantía es el principal objetivo y mandato del BCE. La autoridad monetaria ha dejado claro que su principal responsabilidad es controlar y limitar los riesgos inflacionistas y, para ello, no dudará en subir los tipos de interés pese a los efectos que pueda tener sobre el desigual ritmo de recuperación entre los países del euro. El primer alza de tipos en 22 meses se espera para abril, según sugirió ayer el presidente del BCE, Jean Claude Trichet.
Subida de la inflación
El propio BCE prevé ahora una mayor inflación en la eurozona para 2011, hasta una media del 2,3%, frente al 1,8% pronosticado en diciembre. Asimismo, vaticina una inflación para 2012 entre el 1% y el 2,4%, frente al 0,7% y el 2,3% calculado en diciembre. La institución tiene como principal objetivo mantener la inflación en tasas inferiores al 2% a medio plazo.
José Luis Martínez Campuzano, Estratega de Citi en España, estima que "la inflación a corto plazo puede ser algo mayor, derivada de la escalada de los precios del crudo, pero espera una moderación en la segunda mitad del año". No obstante, el promedio de inflación que pronostica para el conjunto del año es superior al del BCE, del 2,5%, "para caer hasta el 1,2% en 2012", apunta. En opinión de Campuzano, la subida de tipos que prepara el BCE "no intenta tanto controlar las tensiones inflacionistas a corto plazo como limitar los riesgos de inflación a medio y largo plazo".
Por su parte, en un reciente artículo Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), hace una proyección de los efectos sobre la inflación de un alza de los precios del petróleo. Asegura que un barril de crudo a 110 euros aumentaría la inflación media anual en unos 2,2 puntos porcentuales adicionales y a 150 euros, en unos 3,4 puntos porcentuales. Esto supone que España, con un IPC del 3,6%, podría disparar su inflación por encima del 5%.
Encarecimiento de las hipotecas
Un escenario de aumento de precios y de frágil crecimiento económico pondría de nuevo en jaque las economías familiares, que ya se enfrentan de nuevo a las subidas hipotecarias con un euríbor que ha retomado la senda alcista en el arranque del año anticipando el endurecimiento de la política monetaria por parte del BCE.
El indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España ha reaccionado con un súbito repunte al aviso del BCE sobre una posible subida de tipos el próximo mes de abril. El euríbor diario se ha disparado al 1,924% cuatro días después de despedir febrero en el 1,714%. El índice marca su nivel más alto en casi dos años y seguirá encareciendo las hipotecas.
El responsable de Renta Fija de Renta 4, Ignacio Victoriano, ha indicado que tras el anuncio de Trichet, el euríbor podría cerrar el ejercicio 2011 en un nivel del 2,6%, porque los tipos oficiales de interés podrían despedir el año en el 1,75%.
Castigo al consumo
Los expertos auguran que todavía no han pasado los tiempos de apretarse el cinturón. "La combinación de un encarecimiento de la hipoteca y de un mayor coste de la energía reduce la renta disponible de las familias", explica Campuzano. Unido al elevado paro que sufre España y a la congelación e incluso recorte de los salarios, el consumo y la demanda interna se verán de nuevo afectados.
Asimismo, "la incertidumbre a futuro limitará la caída esperada del ahorro", añade el experto de Citi.
Restricción del crédito
Por otro lado, la posible de subida del precio del dinero dificulta el acceso al crédito. A corto plazo, este escenario, caracterizado por las bajas expectativas de crecimiento y la elevada tasa se paro, se presenta complicado y regresan los temores sobre las restricciones del crédito, según señala Valentín Pich, presidente del Consejo General del Colegio de Economistas.
Una subida de tipos puede elevar de nuevo la morosidad y las entidades se vuelven más cautelosas a la hora de dar crédito. Además, un aumento de los tipos hipotecarios afecta negativamente a la banca a corto plazo, ya que en el mercado interbancario se les exige igualmente más intereses.
Dudas sobre un posible rescate
Las palabras del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, han devuelto las dudas sobre la necesidad de un rescate a las economías periféricas de Europa que, frente a Alemania y Francia, son las que registran una recuperación más frágil. No obstante, los expertos aseguran que por ahora no hay que preocuparse. José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, considera que una intervención a la economía española es algo "improbable" ya que, como se pudo comprobar en la anterior subasta, "el Tesoro se financia sin ningún problema y el mercado de deuda pública sigue operando con normalidad". Un dato significativo es la reducción del diferencial entre el bono alemán a dos años y el español. En el caso germano los tipos a corto subieron veinte puntos básicos, mientras que el español solo diez, situando el diferencial en los 150 puntos básicos.
Una subida del precio oficial del dinero desplaza igualmente hacia arriba los tipos de la deuda en el mercado secundario, lo que supone que la carga de intereses de la deuda pública será mayor en las refinanciaciones.
Dificultades para la recuperación
La atención de los economistas se centra en los efectos sobre la senda de la recuperación. En el caso España una subida de tipos solo podría acarrear una escenario de recrudecimiento de las dificultades para salir de la crisis, según apunta Carlos Orduña, presidente de economistas de asesores financieros del Consejo General del Colegio de Economistas de España. "Este hecho que se agrava si se tiene en cuenta que nuestro país tiene la tasa de hipotecas por habitante más elevada de Europa", sostiene.
Por su parte, Campuzano cree que las economías periféricas pueden verse "muy perjudicadas" como consecuencia de los excesos cometidos en épocas pasadas y la desconfianza que existe en el mercado sobre el modelo de crecimiento y desequilibrios fiscales. No obstante, José Carlos Díez no es tan pesimista y opina que un pequeño repunte del precio del dinero como el que tiene previsto el BCE "frenaría el crecimiento pero no incrementaría la situación de riesgo".
Por su parte, las grandes economías europeas, con Alemania a la cabeza, ya han experimentado signos de expansión y reclamaban desde hace tiempo una medida de esta índole que impulsara su crecimiento.