El encarecimiento del crudo equivale ya al gasto público en I+D
El déficit comercial de España creció un 4,2% en 2010 como consecuencia del repunte del precio del crudo en la última parte del año. Se trata del primer incremento de este indicador en tres años.
Las oscilaciones del precio del petróleo se han convertido en un obstáculo para la competitividad de una economía como la española, tan dependiente de las compras de crudo para mantener su actividad. En los últimos cinco meses de 2010, el precio del barril de Brent, de referencia en Europa, ha pasado de 72 a 105 dólares, lo que ha dejado una factura adicional para la economía española de 6.000 millones de euros. Un dato nada baladí, tal y como apuntó ayer el titular de Industria, Miguel Sebastián, al recordar que esa cifra es igual al total de la inversión pública anual en I+D. "No tenemos petróleo ni gas y la única manera de corregir ese desequilibrio pasa por impulsar políticas de ahorro y eficiencia energética", aseguró Sebastián, quien cifró el exceso de consumo en España en torno a un 20% respecto a la media europea.
En 2010, España cerró con una diferencia entre exportaciones e importaciones de 52.283 millones, lo que supone un incremento del 4,2% en tasa interanual. Se trata del primer aumento registrado en tres años, provocado en gran medida por el encarecimiento del petróleo. De hecho, dos de cada tres euros de déficit procedieron del desajuste entre compras y ventas de petróleo y derivados.
El titular de Industria, no obstante, resaltó que las leves mejoras de la competitividad intuidas durante el pasado ejercicio, en especial con la Unión Europea, se verán reforzadas en 2011. "La moderación del cambio del euro frente al dólar y de los costes salariales va a permitir que la competitividad del sector exterior siga mejorando", apuntó.
Esa recuperación se ha visto acompañada también por un aumento de las exportaciones (un 17,4% en tasa interanual) y una mayor diversificación de las ventas hacia países emergentes. Dos buenas pruebas de esa tendencia se han producido en las relaciones comerciales con China y con los países en vías de desarrollo escogidos para desarrollar planes específicos de impulso del comercio exterior.
Sebastián apuntó que China ya se ha convertido en el tercer proveedor de la economía española, con un 7,9% del total de las importaciones, tan solo superada por Alemania y Francia, mientras que en el caso de los emergentes, ya suponen el 15,5% de nuestras exportaciones. Especialmente significativo es el caso de Brasil, con un aumento de las ventas del 60% en 2010.
La cifra
20,1% es el porcentaje en las ventas al exterior del sector de bienes de equipo. En 2010 crecieron un 15,2% en tasa interanual.