Barclays admite que solo pagó 134 millones de euros en el impuesto sobre beneficios
Barclays ha admitido que pagó sólo 113 millones de libras (134 millones de euros) en concepto del impuesto sobre beneficios correspondiente a 2009, un 2,4 % de los 4.600 millones de libras (5.450 millones de euros) que ganó ese año.
Así lo reveló el diputado laborista Chuka Umunna, miembro del comité del Tesoro, que solicitó la información a la entidad bancaria y que consideró "escandaloso" el dato, teniendo en cuenta que en el Reino Unido el impuesto sobre beneficios es del 28%.
Barclays también admitió que esos 113 millones de libras incluyeron las pérdidas registradas en el año anterior.
La entidad bancaria informó de unos beneficios de 4.600 millones de libras antes de impuestos, una cantidad que no incluyó la inesperada ganancia procedente de su venta en abril de 2009 de iShares, su división de banca global de inversión.
Barclays explicó que el pequeño porcentaje pagado tiene que ver con la naturaleza global del banco, que consigue la mayor parte de sus beneficios fuera de las fronteras del Reino Unido.
La entidad cifró en un 60% el porcentaje de beneficios que se obtienen fuera del Reino Unido e Irlanda, lo que supone que esas ganancias estén sujetas a las leyes fiscales de otros países.
"Barclays es un gran grupo bancario internacional con operaciones en 50 países de todo el mundo, todos ellos sujetos al control gubernamental y a la transparencia", manifestó el banco.
"Los asuntos relacionados con el impuestos sobre beneficios de una organización con la presencia internacional de Barclays son complejos y no se pueden hacer comparaciones simplistas", indicó.
Umunna denunció que esta información demuestra que el banco no está pagando lo que debería para ayudar a enjugar un déficit estatal que los bancos ayudaron a crear, debido al multimillonario plan de rescate que el Gobierno tuvo que aplicar para salvar al sector.
Barclays no fue uno de los bancos rescatados con dinero de los contribuyentes, pero se ha beneficiado de la decisión del Banco de Inglaterra de mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5% y de la percepción en los mercados de que el Gobierno no permitiría en ningún caso el colapso de un banco de esta magnitud.
Desde el grupo 'Robin Hood Tax', que defiende una tasa impositiva a los beneficios especulativos de los bancos para destinarla a proyectos sociales, se denunció que la banca sigue viviendo al margen de los sacrificios exigidos a la sociedad a causa de una crisis económica que fue provocada en parte por el sector.
"Esto es la prueba de que los bancos viven en un universo paralelo al de los demás, pagando miles de millones en bonos a sus directivos y libres del inconveniente de tener que pagar impuestos", dijo el miembro de esta campaña Max Lawson.
"Si los bancos pagaran lo que en justicia les corresponde, podríamos evitar la peor parte de los recortes y ayudar a aquellas personas más afectadas por la crisis", afirmó Lawson.