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Tribuna
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Reglas en el petróleo

El centro de gravedad de la industria petrolífera y gasística se está desplazando, aunque este hecho no es nuevo. Ya desde hace tiempo hemos pasado de un modelo basado en los IOC (international oil companies) a los NOC (national oil companies, como Pemex, PDVSA o Saudi Aramco).

Lo que es una novedad en el panorama internacional es la creciente importancia de tres regiones/países: China/India, Rusia y Brasil. Y cada uno de estos nuevos polos presenta dinámicas diferentes.

Dado que China dispone de escasas reservas propias, en los últimos años viene desarrollando una política de acuerdos bilaterales directos con países con reservas, sobre todo en África y en menor medida en Latinoamérica, con el fin de asegurarse el acceso a los recursos que su demanda nacional exige. El mayor reto que supone este hecho para la industria mundial es que China no persigue distribuir este petróleo a terceros países, pues busca fortalecer su propia economía y abastecer directamente al mercado interior. Esta política de acuerdos bilaterales hará que un porcentaje importante del flujo de petróleo no pase ya por el mercado de trading internacional. El caso de India es bastante similar, aunque a escala más reducida.

En este nuevo escenario de la industria petrolífera, las empresas petroleras globales tradicionales y las Bolsas internacionales donde se negocia el crudo están perdiendo parte del control sobre el mercado y se enfrentan a una creciente competencia que juega con nuevas reglas y estrategias.

Rusia, por el contrario, tiene una demanda interna menor y unas reservas propias abundantes y de fácil acceso. Por ello, es un exportador importante que negocia en los mercados internacionales. Si bien en el pasado dependía principalmente de Europa para comercializar su crudo, desde la apertura del oleoducto a China, ostenta una posición de mayor poder, al diversificar sus países clientes y tener mayor poder negociador y margen de maniobra.

Para las empresas occidentales, el mercado más interesante es claramente el brasileño. Brasil tiene una demanda interna media de petróleo pero unas reservas propias muy abundantes. Sin embargo, la complejidad de acceso a estas reservas es alta y precisa del apoyo de la tecnología punta para explotarlas. Gracias a su fortaleza en Latinoamérica, las empresas de la península Ibérica se encuentran en una posición claramente ventajosa para acceder a este mercado. Pero deben darse prisa, porque sus competidores de otros mercados occidentales también querrán aprovechar las excelentes oportunidades que ofrece el mercado brasileño.

Christoph Beseler. Socio responsable de Chemicals & Oil de Roland Berger en España

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