Así, aunque España mejoró en cinco puntos porcentuales el nivel de acceso a Internet en los hogares en 2009, se sitúa muy por detrás de los países más avanzados, con un porcentaje de penetración superior al 90%.
En concreto, al frente de los países europeos se situó Holanda, con un grado de penetración del 91%, seguido de Luxemburgo y Noruega, con un 90% en ambos casos y de Suecia, con un 88%.
Por el contrario, los países peor situados fueron Portugal y Chipre, que registraron un 54%, Grecia, con un 46%, y Rumania y Bulgaria, con un 42% y un 33%, respectivamente.