La crisis obliga a los políticos portugueses a escoger entre sueldo y pensión
Las medidas adoptadas en Portugal para combatir su grave crisis económica han obligado a muchos ciudadanos, incluido el propio presidente del país, Aníbal Cavaco Silva, a escoger entre percibir un sueldo o una pensión del Estado.
Hasta ahora en Portugal era legal acumular varios ingresos del sector público en concepto de salarios y pensiones, pero el Gobierno socialista de José Sócrates eliminó esa posibilidad en una de las medidas de ahorro estatal aprobadas el año pasado.
En lo que va de año, varios políticos y personalidades públicas portuguesas han dado a conocer públicamente su decisión de renunciar a uno u otro ingreso.
Cavaco anunció esta semana que prescindía del salario de jefe de Estado -de 7.415 euros mensuales- que, con los recortes realizados también en los sueldos de los funcionarios públicos, es menor que la cantidad que percibe por dos pensiones.
El presidente luso, reelegido en enero pasado para otros cinco años, dejará así de percibir este año los 142.375 euros -incluidos gastos de representación- que cobró en 2010 por el ejercicio de su cargo.
Las dos pensiones, por 140.600 euros anuales, que conserva Cavaco corresponden a su trabajo como catedrático de la Universidad de Lisboa y empleado del Banco de Portugal, y ha preferido mantenerlas antes que el sueldo de presidente, según informó oficialmente la Jefatura del Estado luso.
Los recortes del gasto público que han reducido un cinco por ciento los sueldos de los funcionarios portugueses desde el uno de enero incluyen también la congelación de todas las pensiones estatales, que este año no serán actualizadas.
Los presupuestos aprobados por el Gobierno luso para este año recogen la prohibición de "acumular sueldos públicos y pensiones del sistema público de jubilación", una de las medidas con las que el Gobierno espera reducir el déficit fiscal del 7,3 % al 4,6 % este año y aliviar la presión de los mercados sobre la deuda soberana.
Con la limitación de los ingresos percibidos con cargo al sector público las arcas del Estado se ahorrarán cerca de 9 millones de euros, según fuentes oficiales.
En la escena política lusa no sólo Cavaco verá este año reducidos sus ingresos casi a la mitad porque, según cálculos de la prensa local, en torno a 400 cargos políticos, la mayoría ex diputados, acumulaban pensiones vitalicias y salarios públicos.
Además de los parlamentarios, la medida aprobada por el Gobierno luso afecta a todos los funcionarios públicos, como alcaldes, médicos de la Seguridad Social, magistrados y gestores de empresas estatales, entre otros.
Uno de ellos fue rival de Cavaco en las elecciones del 23 de enero, el diputado socialista Defensor Moura, ex alcalde de la ciudad septentrional de Viana Castelou, que ha decidido ejercer la actividad parlamentaria sin remuneración para poder conservar su pensión municipal de sesenta mil euros anuales.
Quienes sí seguirán acumulando pensión y salario serán los representantes en el Parlamento luso del archipiélago de Madeira, entre ellos el polémico presidente del Gobierno conservador de esa región autónoma, Alberto Joao Jardim.
Los funcionarios madeirenses se han beneficiado de la única excepción a la normativa de ahorro gracias al Estatuto de Autonomía que rige la relación entre el Gobierno central de Portugal y el archipiélago.