Los expertos creen que la revuelta ha costado ya a Egipto 3.000 millones
La revolución pacífica del pueblo Egipcio contra el dictador Hosni Mubarak sumó el viernes su undécima jornada de protestas, marcada por una menor presencia de piquetes progubernamentales. Mientras el destino político del país sigue en juego, las consecuencias económicas de la revuelta suman ceros. El tambaleante Gobierno de El Cairo cifra en un millón el número de turistas que ya han abonado el país ante la oleada de protestas, y ha aprobado un fondo de 625 millones de euros para compensar los daños. Igualmente, el Ejecutivo ve con preocupación el impacto de la crisis sobre las remesas de emigrantes, dada la incertidumbre generada.
El Cairo descarta por el momento realizar cálculos de impacto económico, pero el banco francés Crédit Agricole estima que el coste de la revuelta asciende a 310 millones de euros por cada día de duración, lo que elevaría el total acumulado ya por encima de los 3.000 millones. Y predice que las protestas pueden limitar el avance del producto interior bruto durante este año al 3,7%, frente al 5,3% previsto anteriormente. Por su parte, la OCDE calcula que los cortes de internet y telefonía han costado hasta 90 millones de euros.
Flujo de capitales
El ministro de Finanzas, Samir Radwan, explicó a Reuters que lo importante ahora es no privar de dinero al mercado y no poner restricciones a los inversores extranjeros, además de aliviar la presión existente sobre la deuda egipcia.
El país debe cumplir la próxima semana con el pago del equivalente a 2.640 millones de euros en bonos del Tesoro. "Hemos hecho los cálculos y determinado que podríamos asumir el coste sin perjudicar la situación del Presupuesto", sostiene Radwan. Preguntado por la capacidad del Gobierno para gestionar la esperada salida de capital de Egipto cuando reabran los bancos este domingo, el ministro afirmó que se trata de una responsabilidad del Banco Central.