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El nuevo modelo económico, a debate

Alemania plantea a la UE armonizar los costes laborales y la fiscalidad empresarial

La canciller alemana, Angela Merkel, aprovechó ayer la cumbre bilateral con España para reclamar al conjunto de la UE una mayor armonización de sistemas de pensiones, políticas de innovación, costes laborales e impuesto sobre sociedades.

Alemania plantea a la UE armonizar los costes laborales y la fiscalidad empresarial
Alemania plantea a la UE armonizar los costes laborales y la fiscalidad empresarialCINCO DÍAS

La cumbre hispano-alemana, en la que participaron empresarios, líderes sindicales y una docena de ministros, se cerró ayer en Madrid con acuerdos. El alumno ejemplar de la disciplina fiscal y la competitividad, Alemania, se citaba con la díscola España, que sufre un déficit público cercano al 10% del PIB y una tasa de paro superior al 20%. Era, por ello, el foro perfecto para escenificar las nuevas líneas de avance de la zona euro que impulsará Berlín en la cumbre europea de hoy, y que pasan por endurecer el Pacto de Estabilidad y armonizar políticas económicas en el marco de un Pacto por la Competitividad. Todo, a cambio de ampliar el Fondo de Estabilidad Financiera.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró su conformidad: no tuvo que referirse al fondo de rescate, porque es evidente que España podría ser uno de sus potenciales beneficiarios, pero sí respaldó la necesidad de reformas para competir en el mercado global, y arguyó que el país ha sido históricamente "uno de los mejores cumplidores" del Pacto de Estabilidad. Eso sí: Zapatero descartó, como se había especulado, que la extensión del Fondo de Estabilidad esté condicionado a un ajuste fiscal adicional. "Tenemos el compromiso que teníamos llegar al 3% de déficit en 2013, lo cumpliremos, y en ese sentido no hay ninguna novedad", zanjó.

"España ha hecho sus deberes"

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Por su parte, Merkel justificó la necesidad de reformas que "no fáciles, pero imprescindibles en un mundo que cambia a velocidad de vértigo". En esa línea afirmó que España "ha hecho sus deberes y va por el buen camino". Sobre si se puede descartar un hipotético rescate, la canciller señaló que "no es útil realizar especulaciones; lo que importa es que cada país realice sus tareas pendientes, como está haciendo España. Estoy segura de que los mercados están siguiendo con mucha atención sus reformas y el respaldo de sindicatos y empresarios, y lo valorarán positivamente".

La referencia al Pacto Social no fue accidental: la cumbre cambió de formato en esta ocasión para dar cabida en los debates a las respectivas representaciones sindicales y empresariales. Las partes pretendían, así, reflejar un respaldo por parte de la sociedad a las reformas, que garantizaría la perdurabilidad de los cambios.

Pero Alemania no es la única potencia europea que apoya el giro económico emprendido por el Gobierno español la pasada primavera. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó ayer en una carta abierta a Zapatero que sus "valientes decisiones" refuerzan la competitividad de la economía española y la estabilidad de su sistema financiero.

Otorgada la aprobación a las recientes reformas españolas, Merkel avanzó que serán necesarios más cambios. Y enumeró los componentes principales de una mayor armonización económica en el marco del Pacto por la Competitividad que defenderá hoy: edad de jubilación, impuesto de sociedades, innovación y costes laborales unitarios. Solventada la reforma de las pensiones y quedando la fiscalidad empresarial pendiente del debate europeo, el mensaje a España se centró así en el esfuerzo innovador y en la contención de salarios, que Merkel pretende ligar a la productividad.

Preguntado sobre la posibilidad de desligar los salarios a la inflación, Zapatero afirmó que ese debate corresponde a los agentes sociales en el marco de la negociación colectiva, que "está siendo objeto de su primera reforma en profundidad en treinta años". En cuanto a la innovación, el presidente admitió la necesidad de mejorar los resultados, pese a que la inversión pública en I+D se haya duplicado en las dos últimas legislaturas. Por su parte, Merkel sugirió comenzar la armonización del impuesto sobre sociedades por las bases imponibles, y sugirió una fórmula para homologar los tipos: la estructura del IVA, con un rango y unos tipos limitados, serviría de modelo.

La canciller evitó en todo momento atribuirse el papel de profesora que regaña al alumno con malas notas, y reiteró que la pulsión reformista debe afectar a todos los países del euro. "En Alemania también tenemos tareas pendientes", afirmó; "en materia de innovación los líderes europeos son los países nórdicos, y nosotros queremos ser lo".

Zapatero abrió su intervención afirmando que España y Alemania coincidieron en el diagnóstico de que "el euro es el proyecto político y económico más importante que los europeos han podido llevar a cabo". En la misma línea, Merkel reiteró su mensaje de que "si fracasa el euro, fracasará Europa", por lo que garantizó el respaldo alemán, aunque destacó la necesidad de "orientarlo mejor". Ese cambio pasa, según Berlín, por la vía de las reformas estructurales.

Zapatero y Merkel aprovecharon su encuentro, en el que se firmó un convenio contra la doble imposición y la evasión fiscal, para presentar una postura común de cara a la cumbre de la UE que se celebra hoy en Bruselas, centrada, en teoría, en la innovación y las políticas energéticas. Pero ese cónclave servirá fundamentalmente para plantear los tres grandes ejes a concretar en marzo: endurecimiento de la disciplina fiscal, refuerzo del fondo de estabilidad financiera y reformas competitivas.

Los empresarios comen con Merkel

Un grupo selecto de empresarios españoles comió con la canciller, Angela Merkel. Y cada empresa tuvo a su par alemana: Telefónica a Deutsche Telekom; La Caixa, frente al presidente de las cajas germanas; Iberdrola con RWE, y Acciona fue emparejada con Siemens. Hay quien echó en falta a Florentino Pérez, presidente de ACS, que no en vano acaba de cerrar la opa que le ha dado el control de la principal constructora germana, Hochtief.En representación de Telefónica acudió su presidente, César Alierta, quien pidió la creación de un fondo para promocionar las telecomunicaciones, según fuentes cercanas a la compañía. José Manuel Entrecanales defendió la inversión en renovables ante la delegación alemana. El presidente de Acciona apuntó a China como objetivo: el gigante asiático instaló 16.000 MW eólicos en 2010, por los 9.000 MW de la UE. Con el barril de petróleo en 100 dólares, cree que hay que apostar por la eólica offshore, biomasa y termosolar. Desde Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán habló de interconexiones y del mercado único de la energía.El almuerzo fue protocolario, aunque tuvo momentos distendidos. Cada empresario contó con dos minutos para aportar su visión sobre sectores clave de la economía.

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