El SIP de Caja Madrid se ve abocado a cotizar para no ser nacionalizado
La fusión que lidera Caja Madrid se ha visto obligada a acelerar sus planes de salida a Bolsa. El primer grupo financiero dentro de España necesita captar capital en los mercados para cumplir con los nuevos requerimientos de solvencia del Gobierno y evitar así tener que recurrir a dinero público.
Puesta de largo de Rodrigo Rato como directivo de una entidad financiera. Aunque el ex vicepresidente económico del Gobierno y ex director gerente del FMI ya había pronunciado algunas conferencias de temas bancarios desde que se convirtió en primer ejecutivo de Caja Madrid, ayer tuvo que solventar el trámite de detallar los resultados anuales de la caja madrileña, así como los de la fusión que ha constituido con Bancaja y otras cinco pequeñas cajas regionales.
El estreno de Rato no fue sencillo. Banco Financiero y de Ahorros (BFA), al que las siete cajas aliadas han trasvasado el conjunto de sus activos y pasivos, no cuenta con un nivel de solvencia suficiente para los nuevos estándares que el Gobierno anunció la semana pasada, basados en los acuerdos internacionales de Basilea III.
La entidad tenía al cierre de 2010 una ratio de capital básico (conocida como core capital) del 7,04%, frente al 9%-10% que el Ejecutivo va a exigir a las entidades financieras no cotizadas.
Para alcanzar ese nivel, el SIP liderado por Caja Madrid requeriría entre 4.000 y 7.000 millones de euros. En caso de no lograrlos, el Gobierno se ha reservado la potestad de recapitalizar la entidad a través del FROB y entrar en el accionariado de la misma, en lo que constituiría una nacionalización parcial.
Ante las dificultades que tendría BFA para obtener esos fondos sin acudir al mercado, el grupo de cajas se ha visto obligado a adelantar sus planes para salir a Bolsa. El debut bursátil podría tener lugar antes del verano, ya que el Ejecutivo quiere que se cumplan los nuevos niveles de solvencia antes para el otoño.
"Nuestra voluntad es apelar a los mercados utilizando la estructura del banco, pero cuándo lo hagamos dependerá de nuestros intereses y del mercado", explicó ayer Rato. "Somos conscientes" del calendario planteado por el Gobierno "y lo tenemos en cuenta en nuestra estrategia".
Resultados en 2010
BFA obtuvo en 2010 un beneficio atribuido de 440 millones de euros y cuenta con una ratio de morosidad del 6,3%. De estos datos pro forma (es decir, teóricos, ya que durante 11 meses de el pasado ejercicio cada caja operó de forma independiente), Caja Madrid contribuyó con 256 millones (un 3,7% menos que en 2009) y Bancaja con 102 millones (descenso del 34%).
Banco Financiero obtuvo este resultado tras destinar a dotaciones 9.200 millones de euros. En términos netos, los saneamientos ascienden a 6.440 millones, de los que 4.465 millones provienen del FROB y otros 2.000 millones se han dotado con fondos propios del grupo.
El nuevo banco cuenta con un colchón de provisiones genéricas adicional de 1.578 millones y unas provisiones totales de 12.194 millones de euros, que sitúa su nivel de cobertura en el 61% para la cartera de crédito y en el 33% para inmuebles, y le permite comenzar el año "totalmente saneado".
Rodrigo Rato también se refirió a la posibilidad de seguir los pasos de La Caixa y crear una filial que agrupe todos sus activos inmobiliarios, en lo que el mercado conoce como un banco malo. El directivo apuntó que aún no se ha tomado una decisión al respecto pero que no descartan optar por esta alternativa.
Una defensa de la presencia política en el consejo del banco
Rodrigo Rato defendió ayer la elevada presencia de políticos en el consejo de administración de Banco Financiero y de Ahorros. Dos tercios. Argumentó que los consejos están para controlar a los ejecutivos de la entidad en nombre de los accionistas, y el grupo que lidera está formado por siete cajas, por lo que considera que es legítima su presencia. Es la fórmula elegida por Banco Financiero y es la que mejor representa los intereses de la sociedad, aclaró. Defendió que cuando se compara la gestión de cajas y bancos, se parte de la premisa de que las primeras tienen un carácter más político, pero resaltó que si ambas entidades tienen una morosidad similar se debería asumir que si existe es igual para todos, por lo que cree que la diferencia entre ambas entidades radica en la obra social. Cuando Rato fue ministro de Economía -1996 a 2004-, decidió rebajar el peso político en las cajas al 50%.
La mayor inmobiliaria de España con una morosidad del 18%
Banco Financiero y de Ahorros se ha convertido en la mayor inmobiliaria española. Cuenta con una cartera de créditos a promotores y construcción de 41.280 millones de euros, el 18% del total de su inversión crediticia. La Caixa tiene una exposición de créditos vinculados al ladrillo de 36.883 millones. La nueva entidad bancaria nace con una morosidad inmobiliaria del 18%, con 7.370 millones de euros de créditos dudosos y 7.742 millones de subestándar (créditos que están al corriente de pago, pero que el Banco de España considera subceptible de entrar en mora). Tiene un saldo de inmuebles adjudicados de 7.402 millones, tras aplicar una cobertura del 33%. De estos activos 3.016 millones de euros son suelo, con una cobertura del 41%. El banco explicó ayer que tiene provisiones y garantías para hacer frente al 100% del riesgo a promotores y constructores.