Una gobernanza global en pañales
El Foro identifica al G-20 como única esperanza sobre la mesa, aunque esté "pendiente de demostrar su eficacia".
El Foro Económico Mundial presentó ayer la sexta edición del Informe sobre Riesgos Globales, que se centra en la importancia de la gobernanza mundial para la recuperación económica. El texto sostiene que la globalización ha generado crecimiento económico para una generación, reconfigurando el mundo y elevando su interdependencia, pero "sus beneficios se han distribuido desigualmente". "Si bien el crecimiento de nuevas potencias está reequilibrando el poder económico entre países", matiza, "la desigualdad en cada país va en aumento".
Esas tendencias están llevando, según el Foro, a un resurgimiento del nacionalismo y del populismo, además de a divergencias entre países respecto a la forma de salir de la crisis. Para contenerlas, aboga por mejorar la gobernanza mundial, un reto complejo a la vista de los fracasos de la ronda de Doha de la OMC y de las cumbres sobre cambio climático. Los autores concluyen que el G-20 es hoy por hoy el evento más alentador en materia de cooperación económica, "pero su eficiencia en este sentido aún está por demostrarse".
El Foro de Davos coincide así con las reclamaciones desde diversos países para que se eleve la coordinación económica de la zona euro, cuya crisis de endeudamiento amenaza con llevar a la región a un nuevo episodio recesivo. Países como Alemania exigen una mayor integración de las políticas fiscales y las reformas que impulsen la productividad a cambio de elevar los fondos para potenciales rescates.
Efectos de la globalización
El informe publicado ayer destaca una peligrosa combinación de amenazas económicas, actividades ilegales y encarecimiento de recursos básicos para la década recién inaugurada. En este último punto, los autores prevén que el crecimiento demográfico mundial lleve a un aumento de la demanda de agua, energía y alimentos de entre el 30% y el 50% en los próximos 20 años, y advierten de que la escasez puede llevar a inestabilidad sociopolítica y daños irreparables en el medio ambiente. Además, cifra en unos 1,3 billones de dólares (una cantidad similar al PIB español) el valor de la economía ilegal.
El texto se refiere además a las tensiones sobre la deuda pública de los países desarrollados, y recuerda un ensayo del FMI en el que se calcula el valor actual de la deuda futura que generará el envejecimiento de la población en los países avanzados. Un coste muy superior al generado por la recesión global, y que castigará a algunos países que hoy en día no están especialmente endeudados, como España.
Roubini cree que España amenaza al euro
El profesor de Economía de la Universidad de Nueva York Nouriel Roubini advirtió ayer en el Foro de Davos de que la economía española es "demasiado grande para caer" y, al mismo tiempo "demasiado grande para ser rescatada". En uno de los primeros encuentros del Foro, Roubini volvió a mostrar su pesimismo respecto al futuro de la zona del euro y destacó que España representa una amenaza para su cohesión. Además, alertó de que el euro está muy fuerte y de que existe un riesgo creciente de que la Unión Económica y Monetaria se disuelva en el futuro.El analista estadounidense predijo en su día la recesión económica por el colapso de las hipotecas subprime, algo que fue considerado exagerado en su momento, aunque la hemeroteca también contiene varias predicciones suyas que se demostraron erróneas.Ayer, Roubini destacó que el ambiente en los mercados financieros respecto a la zona del euro es malo porque la región tiene problemas fundamentales, como la deuda de los países periféricos y la falta de reformas para incrementar la productividad.En este sentido, Roubini destacó la baja productividad y el bajo crecimiento de países como España, Grecia e Irlanda. A su juicio, la zona euro podría bifurcarse, con un centro fuerte y una periferia más débil, y al final con la salida de algunos países miembros.