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Reparto de ayudas sociales

La beca para los libros del 'cole' en una tarjeta

Visa quiere ser el medio para repartir ayudas públicas.

El dinero de plástico llama a la puerta de la Administración Pública. Las tarjetas quieren reemplazar a las transferencias y al efectivo en el reparto de ayudas sociales. Visa desea canalizar la entrega de becas para comprar libros y de subvenciones para guarderías. Por ese motivo, negocia con la Dirección General del Tesoro la posibilidad de extender este medio de pago entre organismos e instituciones estatales.

"Las tarjetas pueden aportar un ahorro muy importante para la Administración. Permiten entregar subvenciones a ciudadanos, pagar servicios y facturas, así como satisfacer prestaciones", indicó ayer Luis García, director general de Visa para España y Portugal, durante la presentación de resultados de la compañía en Europa.

Actualmente, varias instancias (Gobierno central, comunidades autónomas y entes locales, así como organismos autónomos) aceptan los ingresos con tarjeta. Sin embargo rara vez utilizan este medio para pagar ellos bienes y servicios. "Existe un problema regulatorio con la Administración Central. La norma no le permite todavía recurrir a este instrumento", señala García. El directivo destaca las bondades que implicaría trasladar la tarjeta al ámbito público español. "Es un instrumento que parametriza el gasto y permite llevar un control exhaustivo del uso que se hace del dinero porque es posible, por ejemplo, determinar de antemano, el tipo de tienda que acepta la tarjeta".

La experiencia británica

En este trabajo, Visa cuenta con su experiencia en otros países, entre los que destaca Reino Unido. Peter Ayliffe, presidente de Visa Europa, destaca cómo la Administración británica se ahorra 32 euros por cada transacción que tramita electrónicamente en lugar de mediante pago presencial en efectivo.

Visa dispone de 17 programas de prepago con Gobiernos del Viejo Continente. En total, la firma tiene en circulación 145.000 tarjetas a través de las cuales se articula el reparto de 1.170 millones en ayudas públicas. Una de sus prioridades es poner en marcha programas similares en España.

La firma también desea hacerse un hueco en las compras de menos de 20 euros en suelo ibérico a través de la tecnología sin contacto. En este campo, cuenta con su experiencia en Reino Unido, Turquía y Polonia. En toda Europa hay 15 millones de tarjetas sin contacto. Destaca su implantación en Reino Unido, Turquía y Polonia. En España realizó un piloto en Sitges con La Caixa y Telefónica.

Otro ámbito donde la firma quiere ganar terreno es en comercio electrónico. Un 21% de los pagos que intermedia Visa Europa son compras online.

Además de lograr presencia en estos nuevos canales comerciales y sectores de actividad, Visa se ha propuesto incrementar en el país el flujo de operaciones que se realizan en puntos de venta relegando en el proceso a la extracción de dinero de los cajeros. En España, un 54% del dinero se gasta en comercios frente al 64% de media en el Viejo Continente.

La cifra

1.170 millones de euros manejan las 145.000 tarjetas emitidas por Visa y las 17 instituciones gubernamentales con las que trabaja.

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