Guerra de precios en la abogacía: diferencias de hasta un 70% por el mismo servicio
Los directores de asesoría jurídica de las empresas han tomado el mando en el mercado legal en cuanto a precios se refiere. Acuciados por la necesidad de recortar costes, los abogados internos confiesan que su objetivo es reducir la factura legal de sus compañías entre un 10% y un 20%. Ello ha provocado una guerra de precios de magnitudes nunca vistas en el sector con diferencias de precio de hasta un 70% por un mismo servicio. Según un estudio sobre el mercado legal elaborado por Esade, la tendencia es clara: el presupuesto cerrado triunfa frente a una facturación por horas en retroceso.
El modelo de facturación se ha convertido en el caballo de batalla en el sector legal desde que comenzó la crisis y en el gran punto de fricción entre clientes y bufetes o, lo que es lo mismo, entre abogados externos y abogados internos. Es una de las grandes conclusiones que se desprenden del Estudio del Sector Legal de los Negocios, elaborado por las profesoras de la Facultad de Derecho de Esade Eugenia Navarro y Sandra Enzler y patrocinado por Signium International, que ha sido presentado en Madrid frente a una concurrida audiencia de representantes de todo el sector. El informe, que dibuja una radiografía del mercado legal español y de su evolución en los últimos diez años, confirma que el mercado legal continúa buscando fórmulas de tarifación que satisfagan a ambos colectivos.
Las prioridades del cliente están claras: un 95% se decanta por trabajar con presupuestos cerrados. Los directores de asesoría jurídica, inmersos en recortes presupuestarios, confiesan que su objetivo es recortar entre un 10% y un 20% la factura legal de sus compañías. Ello ha provocado una gran competitividad en materia de precios entre los bufetes. "El precio se ha convertido en un elemento clave en a contratación de estos servicios. La presión en la captación de negocio hace que haya una competencia en precios brutal", señalan las autoras del informe. Un extremo que confirman los propios abogados 'in house' al reconocer que "para un mismo briefing han encontrado precios dispares con diferencias de hasta el 70%".
El informe revela, además, que el recorte de los costes también está afectando a las plantillas de las asesorías jurídicas, cuyo papel ha pasado a ser, en ocasiones, el de gestores de negocio y coordinadores de equipos de abogados externos. "Hay empresas grandes en España, fuera del Ibex 35, que tienen a dos personas en el departamento legal", señaló Eugenia Navarro. A su vez, los despachos se han visto obligados a adaptarse a las cargas de trabajo con plantillas flexibles. Desde el inicio de las crisis, departamentos como procesal, concursal o laboral han registrado su mayor crecimiento frente a áreas como la de fusiones y adquisiciones, que anteriormente eran las más rentables, y donde ha sido necesario reducir los equipos.
Clientes infieles
Otro de los cambios detectados en el Estudio de Esade confirma que los departamentos legales de las empresas "ya no trabajan con un único despacho y aún teniendo un despacho de referencia piden varios presupuestos a diferentes bufetes para cada nuevo proyecto, como lo harían con el resto de los proveedores de la compañía". Como consecuencia, "los clientes son infieles y los despachos notan que es difícil establecer vínculos a largo plazo", señala el informe.
Abogados que se convierten en marcas
Entre las tendencias que la investigación detecta en el mercado destaca el hecho de que la reputación del abogado es mejor valorada que la de la propia firma. Se confirma así que el letrado crea marca propia dentro de los grandes bufetes. Los clientes son capaces de seguir a su abogado "siempre que se vaya a firmas de características similares y no forme proyectos unipersonales o limitados en equipos".