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El presidente de China llega mañana

EE UU busca reducir la desconfianza durante la visita de Estado de Hu Jintao

El presidente de China, Hu Jintao, llega mañana, martes, a Washington para una visita de Estado en la que EE UU se ha propuesto hacer lo máximo para tratar de reducir la desconfianza en las relaciones bilaterales.

En una muestra de la importancia que la Casa Blanca otorga a esta visita, la cual comenzará con una cena de carácter casi íntimo entre el presidente de EE UU, Barack Obama, y el gobernante chino, acompañados únicamente de sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores y consejeros de Seguridad Nacional.

Es un paso muy poco común, que "refleja la relación que estamos desarrollando y es una oportunidad para mantener una conversación franca en un ambiente mucho menos formal del que típicamente se vería en una reunión entre China y EE UU", apuntó el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Donilon.

Al día siguiente, Hu Jintao participará en una ceremonia de bienvenida en la Casa Blanca, en la que será recibido con los 21 cañonazos que se reservan para los jefes de Estado, y se reunirá con Obama, con el que ofrecerá una rueda de prensa antes de asistir en la tarde-noche a la cena de Estado en la residencia presidencial.

Con esta pompa y atención especial al presidente chino, el Gobierno de Obama espera poder encarrilar de nuevo la relación con la República Popular China, que a lo largo de 2010 fue de tensión en tensión por asuntos como la visita del Dalai Lama a la Casa Blanca, ciberpiratería o derechos de navegación por el mar del sur de China.

Como telón de fondo a estas tensiones se encuentran las suspicacias mutuas: en China prevalece la sensación de que EE UU quiere coartar su crecimiento y, a su vez, en EE UU abundan las sospechas sobre las prácticas económicas o las intenciones militares de China.

Al mismo tiempo, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, indicó en este sentido el viernes que "esta relación no encaja en las categorías tajantes de amigo o rival. Somos dos naciones complejas con historias, sistemas políticos y perspectivas muy distintos... pero tenemos mucho más que ganar de la cooperación que del conflicto".

Según Donilon, en sus conversaciones Obama tiene previsto abordar con Hu Jintao cuatro asuntos, entre ellos, la relación bilateral en general; la relación económica; derechos humanos y cooperación en el ámbito internacional -en especial en Corea del Norte, Irán o Sudán- y militar, después de que tras la visita del secretario de Defensa, Robert Gates, la semana pasada a Pekín China haya aceptado retomar los contactos entre las respectivas Fuerzas Armadas, interrumpidos desde hacía un año.

Buena parte de las conversaciones se destinarán a la relación económica. La semana pasada, el secretario del Tesoro, Tim Geithner, indicó que China se encuentra en camino de convertirse, en los próximos diez años, en el principal socio comercial de EE UU, por encima de la Unión Europea (UE).

Aunque EE UU continúa sus llamamientos para una mayor flotación de la divisa china, Geithner valoró positivamente la apreciación del yuan en los últimos seis meses, que en términos reales equivalen a una subida del 10% con respecto al dólar si se tiene en cuenta la inflación.

Según el secretario del Tesoro, es "un cambio muy sustancial, muy tangible".

Obama también buscará que China ejerza mayor presión sobre Corea del Norte para que ponga fin a su programa nuclear y sus comportamientos "provocadores" contra Seúl.

El presidente estadounidense dedicará un espacio especial a los derechos humanos en China, tras haberse reunido el pasado jueves con cinco activistas en favor de las libertades fundamentales en la República Popular.

"Es la primera vez que un presidente estadounidense ha mantenido una visita de Estado con un jefe de Estado que tiene en prisión a un premio Nobel de la Paz", señaló el analista Michael Green, del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).

A juicio de Green, la visita no aportará resultados tangibles en cuanto a anuncios o firma de acuerdos. Lo que ambos gobiernos quieren es estabilizar la relación para los próximos dos años, antes de que se produzca la transición en el poder en China y Hu Jintao abandone su cargo en 2012.

Durante la visita, Hu y Obama se reunirán también con empresarios de ambos países. El presidente chino conversará asimismo con los líderes del Congreso de EE UU antes de partir el miércoles para Chicago, donde visitará una fábrica.

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