Palob interpreta a su capricho los sabores de la tierra
La incorporación de Palob a la oferta de restaurantes de la capital madrileña dará la oportunidad a los amantes de la gastronomía tradicional de protagonizar pequeños descubrimientos.
El jefe de su cocina, el joven chef Álvaro Santiago, ha elegido un menú de pocos platos pero con apuestas muy fuertes, sobre todo en lo que se refiere a materias primas de calidad.
Así, los responsables de Palob, en las instalaciones del antiguo restaurante El Olivo (General Gallegos 1, Tel. 913 454 318) y propiedad de los mismos dueños, han elegido con lupa a los proveedores de verduras como las chirivías, carnes como el buey y pescados como el rodaballo, entre las estrellas de su menú.
En el aspecto de la elaboración, la tradición de platos como las migas andaluzas o la ensalada de tomate se combinan con toques de originalidad en otros y en guarniciones, como el aire de almeja, la crema catalana de foie o el helado de mostaza. Combinación de texturas, uso de productos olvidados y contraste de temperaturas son otras de sus bazas.
"En la carta he querido poner platos que me gustan", explica Santiago, "pero siempre con sentido común y precios competitivos". Por ello, el menú fijo se completa con un plato de cuchara que varía cada día. Así, en Palob podrá disfrutarse de ases de la cocina española como el cocido madrileño, las alubias de Tolosa, las patatas con almejas o las verduras con sacramentos.
Con estas sugerencias, y su excelente ubicación, sus responsables pretenden captar tanto a clientes de empresa como reuniones de familia.