Iberdrola acusa a ACS y Natixis de un posible pacto parasocial oculto dentro de la eléctrica
Los abogados de Iberdrola han acusado a ACS y Natixis ante el juzgado mercantil número uno de Madrid de haber suscrito un supuesto pacto parasocial "oculto" para ceder a la constructora los derechos políticos de sus derivados en la eléctrica y situarse en una posición de "abuso de poder" contraria a la legislación y a la normativa de la propia compañía participada.
Iberdrola sostiene que habitualmente puede conocerse el contenido de los contratos de derivados y que, si en este caso no es así, es porque quizá Natixis ha cedido "a cambio de una prima" a ACS los derechos políticos de su posición en la eléctrica, lo que, de comprobarse, supondría un "pacto parasocial oculto" y sería objeto de denuncia.
Este posible pacto parasocial ha sido utilizado como argumento por los letrados de la eléctrica durante la vista en la que, a modo de diligencias previas, Iberdrola exige a Natixis que entregue el contenido de los contratos de 'equity swaps' firmados con ACS, a través de los cuales la constructora controla en la actualidad un 5% del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán.
En estos contratos, según la eléctrica, podría apreciarse, aparte de posibles pactos, una pérdida de valor contable de la participación de ACS en Iberdrola incorrectamente contabilizada. Los abogados de ACS ya dijeron en su momento ante el juez que lo que realmente existe es un interés de Iberdrola de acceder a información confidencial.
Por su parte, los abogados de Natixis se han negado de nuevo a detallar el contenido del contrato de ''equity swaps'' argumentando, entre otras cosas, que el firmante es en realidad su filial Nexgen, que Iberdrola está intentado hacer creer que hay "intentos de simulación" inexistentes y que la eléctrica no sólo tiene "perfecto conocimiento" de la posición de sus accionistas, sino que incluso declara la inexistencia de pactos parasociales dentro de su capital.
Ante la nueva negativa del banco francés, que se suma a la ya notificada en diciembre, el juez Carlos Nieto ha indicado que en unos dos días decidirá si exige o no a Natixis que exhiba el contrato. Esta diligencia forma parte del juicio sobre la impugnación por parte de Iberdrola de las cuentas de ACS de 2009, que se celebrará el 5 de abril.
ACS, que cuenta en la actualidad con una participación del 20,2% en Iberdrola, tenía en 2009, periodo al que se refiere el litigio, un 4,8% de la eléctrica a través de los derivados de Natixis. La pérdida de valor de la participación, sostiene Iberdrola, tiene un impacto negativo de más de 300 millones sobre las cuentas de ACS, que no ha sido contabilizada correctamente.
Uno de los principales argumentos utilizados por Natixis para no exhibir el contenido de los derivados consiste en que ni el banco francés ni su sucursal en España son "parte del contrato", que ha sido firmado en realidad por la filial Nexgen. "Demandar a una matriz por lo que hace la filial es como demandar a Telefónica por lo que hace Telefónica Móviles", sostuvieron.
Iberdrola, señalaron los abogados de Natixis, "tiene perfecto conocimiento" de que Nexgen es el responsable del contrato, y lo ha demostrado en sus informes de gobierno corporativo y en documentos presentados en su propia junta de accionistas.
Además, su intención de acceder a estos contratos "inocuos" es "innecesaria" y "carece de justificación", e incluye una acusación de "simulación", al sugerir que existe un posible pacto parasocial entre ACS y Natixis, si bien "Iberdrola reconoce en sus propios escritos que no existen este tipo de pactos", añadieron.
Principio de transparencia
Por su parte, Iberdrola ha evocado el "principio de transparencia" para exigir a Natixis el contenido de los derivados y ha puesto en duda el argumento de que sea Nexgen el responsable real del contrato. "Natixis tiene absoluto control sobre sus filiales y tiene una legitimación pasiva absolutamente reconocida", afirmó.
Otra parte importante su exposición ha versado sobre el supuesto pacto parasocial. "El propietario ha vaciado sus derechos a cambio de una prima o de un interés y el no propietario se ha hecho con todos los derechos de propiedad sin serlo", aseguró en alusión a un supuesto "pacto en el que se conoce lo aparente, pero no lo oculto".
"Necesitamos conocer los acuerdos" para valorar si es denunciable esta actitud y "evitar dar palos de ciego", sostuvo el letrado. "Pensamos que se quieren eludir las normas de derecho societario de forma lesiva para los intereses de Iberdrola, que tiene derecho y deber de contar con una identificación real de sus accionistas", añadió.
UBS cree que ACS aspira a vender activos de Iberdrola para alcanzar sin esfuerzo un 24%
ACS aspira al control de Iberdrola tras haber alcanzado una participación del 20%, y como parte de esta pretensión intentará hacerse con un puesto en el consejo e imponer una estrategia basada en la venta de activos internacionales, especialmente los de Estados Unidos y Reino Unido, según un informe de UBS.Los analistas del banco suizo consideran que, mediante esta estrategia, la constructora presidida por Florentino Pérez podría alcanzar sin esfuerzo un 24% de la eléctrica, gracias a los dividendos extraordinarios que se distribuyan con los ingresos de las ventas y, especialmente, a una eventual recompra de acciones por parte de Iberdrola tras concluir las desinversiones.En opinión de UBS, este plan de ACS tendrá un efecto positivo a medio plazo sobre la cotización de Iberdrola, pero a largo plazo reducirá su diversificación y sus opciones estratégicas. Como contrapartida, la estrategia mejoraría la estructura crediticia de Iberdrola, que recortará a 1,2 el ratio entre deuda y Ebitda.Los activos susceptibles de ser vendido tienen un valor de unos 18.250 millones de euros, de los que 5.900 millones corresponden a redes británicas, 4.800 millones al negocio británico no regulado, 6.300 millones a Energy East, 500 millones a la cartera eólica y 625 millones a la participación en EDP.Una vez cerradas estas hipotéticas desinversiones, Iberdrola se encontraría excepcionalmete infraendeudada y se vería en la tesitura de elegir entre el reparto de dividendos extraordinarios o la recompra de acciones. "En esta fase, bajo la influencia de ACS, podría decantarse por una recompra por 7.000 millones para situar el ratio de deuda y Ebitda en 2,5", afirma.En todo caso, UBS da por hecho que el plan de ACS "colisionará" y generará "fricción" con la actual dirección de Iberdrola, que ha apostado por la expansión internacional y que mantendrá esta estrategia a través de pequeñas compras y crecimiento orgánico, "o incluso a través de grandes adquisiciones".