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Inicio del 'semestre europeo'

Bruselas urge a los Estados a adoptar más ajustes y reformas contra la crisis

La Comisión Europea ha apremiado a los países comunitarios a adoptar mayores ajustes, así como reformas estructurales en el mercado de trabajo y los sistemas de pensiones, durante el lanzamiento de un nuevo ciclo en la UE para luchar contra la crisis mediante la coordinación de las políticas económicas.

"Estamos inaugurando una acción pionera para mejorar decisivamente la manera en que gestionamos y coordinamos nuestras economías interdependientes en la UE", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, en el acto que marcó el inicio del llamado 'semestre europeo'.

Bajo esta iniciativa, la Comisión adelantará la evaluación de las políticas de consolidación fiscal nacionales, obligando a los estados miembros a enviar a Bruselas seis meses antes sus borradores de presupuesto para el año siguiente.

Además, el ejercicio integrará el análisis de los programas de consolidación fiscal con el de las reformas estructurales, hasta ahora analizados por separado, lo que daba lugar a incoherencias.

Sin embargo, este cambio no debe ser visto "como un mero asunto de calendario", a juicio de Barroso, pues "cambiará el modo en que los gobiernos modelan sus economías, introduciendo una genuina dimensión europea" en la acción política, aunque las decisiones finales correspondan a las capitales.

"Es una ruptura con el pasado en el sentido de que ahora reconduciremos las políticas con antelación, en vez de juzgarlas y corregirlas con posterioridad", añadió Barroso.

El semestre europeo se inauguró con la publicación de unas directrices que deberán inspirar las decisiones de los gobiernos nacionales en los próximos meses y los planes de consolidación fiscal y reformas que deberán presentar a Bruselas en abril.

En este documento, denominado "informe anual de crecimiento", Bruselas enumera recomendaciones para "romper el círculo vicioso de deuda insostenible, turbulencias en los mercados financieros y bajo crecimiento económico en algunos estados miembros", según Barroso.

Como norma general, Bruselas propone incrementar el ritmo de reducción anual de la deuda pública hasta el 1 % desde el 0,5 % del PIB que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento para los países que superen el límite del 60% del PIB.

Defiende también ampliar la cuantía del fondo de rescate para países de la zona euro con problemas de financiación, como muy tarde durante la cumbre de líderes que el 4 de febrero.

Barroso anunció hoy que ya ha iniciado los contactos con los Veintisiete para incrementar la dotación, así como sus capacidades para que pueda efectuar actividades distintas a las que fue diseñado, destinadas a tranquilizar a los mercados de deuda soberana.

El fondo de la zona euro está dotado con 440.000 millones de euros, a los cuales hay que añadir la aportación con cargo al presupuesto comunitario y la contribución del Fondo Monetario Internacional hasta alcanzar 750.000 millones.

Sin embargo, la Unión Europea ha reconocido que la capacidad del mismo es menor, debido a que necesita mantener una cantidad de capital para mantener una calificación óptima a la hora de buscar financiación en el mercado, por lo que es necesario que se "haga efectiva su capacidad" teórica, según Barroso.

Preguntado por si la ampliación del fondo está relacionada con la posibilidad de que España y Portugal apelen al mismo, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, dijo que es necesario "dotarse de los instrumentos suficientes para hacer frente al peor escenario posible".

En el documento de hoy, Bruselas también ha retomado propuestas enumeradas con anterioridad, como las pruebas de solvencia a los bancos europeos, un aumento de la edad de jubilación y reformas laborales, incluidos recortes en las contribuciones de los empleadores a la seguridad social.

"Si no se toman políticas resueltas, el potencial de crecimiento probablemente permanecerá débil, en torno al 1,5% en la próxima década", advirtió Barroso, quien añadió que éste será inferior en la zona euro, al situarse en el 1,25%, insuficiente para recuperar las cifras de empleo.

Sin embargo, si se toman las medidas adecuadas, 2011 puede ser recordado como "el año en el que Europa superó la crisis de la deuda soberana, elevó su potencial de crecimiento y reformó su sistema de gobernanza económica", según Rehn.

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