'The Washington Post' consigue beneficios en 2010
El diario estadouinidense consiguió retornar a los beneficios en 2010 tras las diversas reestructuraciones y recortes que ha sufrido la cabecera en los últimos años.
La editora del diario, Katherine Weymouth, ha anunciado esta mañana la vuelta a los números verdes. Para Weymouth este hecho se debe al mejor "clima publicitario", pero reconoció la importante contribución que han tenido la reducción de gastos al resultado del ejercicio que acaba de finalizar. En un correo electrónico, que ha sido filtrado a la empresa, enviado a los empleados del rotativo, la editora ha calificado el abandono de las pérdidas como de gran hazaña.
Asimismo, Weymouth destacó la labor del diario "por conseguir alcanzar nuevos lectores en el espacio digital", en el que destacó el lanzamiento el año pasado de una nueva aplicación para iPad del Post que registró 175.000 descargas a finales de 2010. Sin llegar a precisar los beneficios, la editora ha afirmado que " los beneficios permitirán invertir en el periodismo del que estamos tan orgullosos y por el que los lectores acuden a nosotros".
El grupo editorial de The Washington Post cerró en agosto del año pasado la venta de su revista Newsweek, una de sus cabeceras más reconocidas, al magnate estadounidense Sidney Harman por un precio no revelado ante la caída de las ventas y del número de suscriptores.La división de suplementos del Post había registrado una pérdida operativa de 47,5 millones de dólares en 2009, y lleva en números rojos desde 2007.
Previamente, el diario hizo una reestructuración de su redacción en abril de 2009 y en noviembre de ese mismo año anunció el cierre de sus oficinas en Los Ángeles, Chicago y Nueva York, dentro de un plan de austeridad forzado debido a graves problemas económicos de la editorial del diario, The Post Co.El matutino ha llevado a cabo desde 2003 cuatro propuestas de prejubilaciones a su plantilla, con la supresión de más de dos centenares de puestos de trabajo desde entonces.
En EEUU la recesión económica afectó con fuerza a los medios de comunicación, y en concreto a la prensa, que, ya de por sí, atraviesan una crisis de modelo de negocio y que, en general, viven de los ingresos que obtienen por publicidad y venta de ejemplares.