Telefónica entra en la lucha 'low cost' en móvil con una tarifa de ocho céntimos por minuto
La oferta incluye una cuota de 12 euros para llamar sin coste los fines de semana.
Orange fue la primera que reaccionó a la entrada en el terreno de juego de Yoigo y de varias decenas de operadores móviles virtuales, todas ellas dedicadas a competir vía precios y en nichos de mercado muy determinados. La filial de France Télécom bajó sus tarifas y atacó con sus mismas armas. Luego fue Vodafone la que asumió el reto, tras reconocer que España ha tenido históricamente precios de telefonía móvil más caros que la media europea. Y ahora es Telefónica la que mueve ficha.
La operadora que compite con la marca Movistar lanzará mañana una nueva tarifa que tiene como objetivo competir con el precio de seis y ocho céntimos el minuto que tiene Yoigo o los cinco céntimos cada sesenta segundos de Másmovil, por ejemplo.
En el caso de Telefónica, la tarifa por minuto es de ocho céntimos para cualquier destino -teléfono móvil o fijo de esta compañía o de otras- y a cualquier hora. Sin embargo, a ello se añade una cuota obligatoria de 12 euros al mes que da derecho a una tarifa plana para hablar durante el fin de semana con una franquicia de 250 minutos o 250 llamadas por periodo. Esta cuota permite también conectar sin coste con cualquier número nacional y en cualquier momento, pero se aleja de la filosofía del bajo coste de limitar al máximo los abonos fijos y buscar la simplicidad.
Con este movimiento, Telefónica intenta contar una tarifa que le permita retener y captar clientes de otras compañías que quieren tener su gasto controlado y reducir su desembolso en telecomunicaciones. Además, la operadora líder del mercado de móvil tiene a su alcance un arma que la mayoría de los móviles virtuales low cost no tienen: los terminales. Con la tarifa de Telefónica, los nuevos clientes tendrán acceso al Nokia C6-01 o al Sony Ericsson X8.
Telefónica se ha resistido a reducir sus tarifas de forma generalizada por el efecto que puede tener en sus ingresos, pero ha decidido dar un paso adelante por algunos malos resultados que registró el año pasado. En 2010, Telefónica perdió 220.000 clientes a manos de sus rivales y la mayoría fueron usuarios que desertaron de sus filas por las ofertas mejores de precios o terminales que les daba la competencia. En los últimos tres meses, además, Telefónica mostró serios problemas de captación y llegó a perder clientes netos.