Renault sospecha que sus tres ejecutivos suspendidos filtraban los datos a China
El fabricante automovilístico Renault, víctima de un caso de espionaje industrial por parte de tres de sus ejecutivos, investiga si éstos transmitían informaciones sobre su programa de coche eléctrico a un grupo chino, según ha publicado el diario Le Figaro, que cita fuentes internas de la firma. También los servicios secretos franceses estarían siguiendo la misma pista.
El rotativo asegura que los directivos vendieron patentes todavía no registradas a intermediarios especializados en inteligencia económica. Y añade que los elementos filtrados se refieren a la batería y los motores de los futuros vehículos eléctricos que Renault lanzará en 2012.
La empresa francesa, en cuyo capital el Estado francés tiene un 15%, ha invertido un total de 4.000 millones en el coche eléctrico, junto con su socio japonés Nissan. Este proyecto ha generado 56 patentes y el grupo espera registrar otras 34. Otras 115 están siendo analizadas. Gran parte de esta inversión -1.500 millones de euros- se ha destinado al desarrollo de la batería.
Para este año, Renault tiene previsto presentar dos modelos eléctricos: la berlina familiar Fluence y el utilitario Kangoo Express. Más adelante, la marca del rombo presentará el Twizy, que se fabricará en la planta española de Valladolid, y el Zoe.
La dirección de Renault reconoció la existencia de las sospechas de espionaje aunque no dio elementos sobre la misma ni reveló la identidad de los ejecutivos implicados. No obstante, señaló que estudia presentar una denuncia. Por su parte, la oficina del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, ha solicitado al servicio de inteligencia del país que investigue el supuesto caso de espionaje industrial en Renault.