El 52% de los galos se opone a la supresión de la semana laboral de 35 horas
El 52 % de los ciudadanos franceses se opone a la supresión de la semana laboral de 35 horas, según un sondeo de Ifop publicado después de que el debate sobre la duración del tiempo de trabajo saltase de nuevo a la actualidad francesa.
Según la encuesta, que publicará el diario Sud Ouest en su edición del domingo, un 15% de los franceses se dice "absolutamente favorable" y un 27% se declara "bastante favorable" a la supresión de la semana laboral de 35 horas que, rige en Francia desde 2000.
El dato contrasta con el 27% que asegura que está "absolutamente opuesto" y el 25% que se confiesa "bastante opuesto".
Es decir, un 52% en contra frente a un 48% a favor de la supresión de las 35 horas.
El instituto demoscópico que ha realizado la encuesta destaca que el rechazo a la supresión de la jornada de 35 horas es mayor entre el electorado de izquierdas (64 % se opone a eliminarla) que en el conservador (donde el 71% se dice favorable a una reforma).
Las 35 horas fueron implantadas en 2000 por el Gobierno socialista de Lionel Jospin, cuando la actual primera secretaria del Partido Socialista (PS), Martina Aubry, ocupaba la cartera de Trabajo en el Ejecutivo galo.
Sin embargo, fue también un socialista el que abrió el pasado lunes la puerta al debate sobre una posible reforma de las 35 horas de duración del tiempo semanal de trabajo.
Las declaraciones de Manuel Valls, político que aspira a convertirse en el candidato de su partido al Elíseo en 2012, sirvieron para que desde la conservadora formación gobernante UMP del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, algunas voces alimentasen una discusión que rechazan los sindicatos y buena parte de la izquierda.
Pero el propio Sarkozy aligeró la polémica ayer en su primera reunión del año con la patronal y los sindicatos.
El presidente de Francia aseguró que "actualmente las 35 horas, uniformes y obligatorias, ya no existen" y aseguró que esa duración del tiempo de trabajo está "reconocida por todas las grandes familias políticas aunque "no hay asuntos tabú" y todo se puede debatir siempre que no se baje ni el poder adquisitivo de los trabajadores ni la competitividad de las empresas.
La ley de las 35 horas permite desgravar los ingresos ligados a las horas suplementarias, calculados en 4.000 millones de euros.
En cuanto a la patronal, la reforma tampoco cuenta con la unanimidad de los empresarios, sobre todo porque la reducción de la jornada laboral vino acompañada de una desgravación de los impuestos sociales de los salarios más bajos, lo que representó en 2008 22.600 millones de euros.