39 afiliados del PP en Asturias siguen a Cascos y abandonan el partido
El tsunami provocado por la salida del antiguo secretario general del Partido Popular, Francisco Álvarez Cascos, fue perdiendo intensidad a lo largo del día. Tras anunciar que dejaba el partido tras no haber sido designado como candidato del PP para Asturias a las elecciones autonómicas del próximo 12 de mayo, Cascos anunció que comparecería con otra formación y advirtió sobre el riesgo de que muchos de los afiliados en Asturias pidieran la baja del partido.
De hecho, las alarmas se dispararon ayer con la dimisión del vicepresidente segundo de la Junta General del Principado, Pelayo Roces, quién renunció a su acta de diputado como paso previo a su salida del PP.
Renuncia del vicepresidente
Roces, militante del PP desde 1981, justificó su decisión por el hecho de no sentirse reconocido. "Tengo una sensación rara pero creo que este ya no es mi partido", manifestó a los medios. Horas después envió una carta muy crítica al líder popular, Mariano Rajoy, "por impulsar una renovación del PP, que fomenta la dedicación exclusiva de personas que jamás han tenido un empleo o profesión en el que demostrar su espíritu de trabajo".
Sin embargo, el número de bajas es, por ahora, más bajo del previsto inicialmente, según el balance hecho público ayer por el PP asturiano. De los 21.660 afiliados con los que cuenta en Asturias se notificaron 39 bajas a la sede regional, de las que doce pertenecen al municipio de Oviedo, once a Gijón, diez a Valdés, cuatro a Villaviciosa, una a Grado y otra a Llanes. De este modo, el presidente del PP asturiano, Ovidio Sánchez, señaló que las bajas son respetadas, "pero insignificantes en el número".
Revuelo entre los líderes populares
La renuncia de Álvarez Cascos sembró la discordia entre los líderes regionales del PP. Así, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, lamentó ayer la decisión de Francisco Álvarez-Cascos de abandonar el partido, aunque rehusó entrar en polémicas. Por su parte, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, señaló que era "una decisión mala para Asturias, para España y para el Partido Popular", mientras que la presidenta del PP en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, pidió ayer que fueran estudiadas las razones esgrimidas para su renuncia a la militancia.