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Philippe Remise, Claus Biernoth e Ian Paterson. Creadores de la empresa Respiro

"En el futuro no habrá coches en propiedad en Europa"

Respiro Madrid se suma a la tendencia que se esparce por Europa y EEUU: alquiler urbano de un coche por minutos, con seguro, impuestos y mantenimiento incluidos.

Cuentan Philippe Remise, Claus Biernoth e Ian Paterson que su empresa conjunta empezó como el chiste: "æpermil;rase una vez un francés, un alemán y un británico…". Estos tres extranjeros afincados en Madrid lanzaron en marzo de este año la primera empresa de car sharing que tiene la capital y que con tanto éxito empieza a poblar las principales ciudades europeas y estadounidenses.

Su idea empresarial consiste en dar a los conductores madrileños una alternativa a los atascos y a la contaminación. "Tener un coche en propiedad no tendrá sentido en los próximos años en Europa", explica contundente Ian Paterson, socio de la compañía responsable de la estrategia de negocio.

Las cifras empiezan a dar la razón a este profesional del sector farmacéutico que ha querido dar un pequeño giro de timón profesional. Según la consultora Frost & Sullivan, un conductor con coche propio podría ahorrar hasta 1.400 euros por 19.000 kilómetros recorridos si optara por el sistema de coche compartido de alquiler, según recoge The Economist. Por ello, los tres socios han creado Respiro Madrid, un servicio de coche compartido que duerme en los garajes del centro de la ciudad, ahorrando espacio, contaminación y dinero a los conductores.

La compañía dispone por el momento de diez vehículos localizados en el centro de la ciudad. "Nuestra idea es ir esparciéndolos del centro a la periferia, como una mancha de aceite", explica Philippe Remise, director general de la empresa. Para que estos vehículos sean una alternativa real al coche en propiedad, deben de estar situados "como mucho a 10 minutos a pie del conductor, si es más, el conductor no cambiará de hábito", añade Paterson.

Los coches de Respiro Madrid cuestan 15 céntimos de euro por minuto, y en ese precio están incluidos el seguro, el mantenimiento del vehículo, los impuestos e incluso la compensación de las emisiones de dióxido de carbono que exhala el coche.

La empresa ha firmado un acuerdo con la asociación CeroCO2, que se dedica a dar este servicio a aquellas empresas que quieran a su vez ofrecer a sus clientes la compensación de las emisiones contaminantes, desde un viaje en avión hasta el uso de la calefacción en viviendas y oficinas.

La mayoría de los trayectos que se realizan en coche no superan los 30 kilómetros diarios. En ese contexto nació el car sharing, en la jerga del sector, en Europa en los años noventa. Reino Unido y Alemania encabezan el auge de esta nueva alternativa.

La minúscula ciudad germana de Ulm, urbe natal de Albert Einstein, lanzó en 2009 este mismo servicio de la mano de la compañía Daimler, con el modelo Smart eléctrico. En este caso se trata de un servicio municipal. París, al igual que Barcelona, también ha optado por hacer del coche compartido una opción de servicio público. El alcalde de la capital gala, Bertrand Delanoe, prepara el lanzamiento de 3.000 vehículos de alquiler en septiembre de 2011, que estarán a disposición de los residentes de París y de 30 municipios limítrofes. Para ello se crearán 1.000 estaciones de recarga y de alquiler. Los vehículos tendrán 250 kilómetros de autonomía por recarga y una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora.

Claves

Modelo de negocio: servicio de alquiler de vehículos urbanos por minutos en Madrid. El precio incluye seguro, impuestos, mantenimiento y compensación de CO2.Funcionamiento: el vehículo se alquila por 15 céntimos el minuto, con un mínimo de media hora.Ventajas: desaparecen los costes fijos y los variables dependen del uso.

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