La eficiencia en la inversión pública
El Ministerio de Fomento quiere poner coto a los desmanes involuntarios del gasto en la inversión pública, especialmente a los que provocan los reformados en las obras, y según los cuales en ninguna de ellas el gasto final se ajusta al presupuesto inicialmente contratado. Para ello ha publicado una orden ministerial sobre la eficiencia en el gasto, y pretende ahorrar nada menos que 4.700 millones de euros en todos los proyectos de obra pública que hay ahora en marcha. Un ahorro que permitiría construir nada menos que 235 kilómetros de autovía o 275 kilómetros de plataforma del tren de alta velocidad si se ajustasen a los baremos establecidos como coste máximo para ese tipo de construcción de obra pública.
Lo llamativo de este programa es por qué no se ha hecho antes, ya que solo en la construcción del trayecto del AVE a Barcelona y la adquisición del material rodante la desviación de los costes fue de cerca de 6.000 millones de euros, entre otras cosas porque la inflación fue haciendo mella a lo largo de su dilatada contratación y construcción. La fiscalización de la eficiencia del gasto en inversión debe generalizarse en todos los programas públicos, no solo en los de Fomento, y someter cada proyecto a un test de rentabilidad previo, sea económica o social, sin la cual su ejecución debe ser descartada.