Fomento facilita la acreditación del idioma inglés a los controladores
Fomento y los controladores intentan retomar el lunes la negociación del convenio. El ministerio prepara un decreto "pacificador" para facilitar la hasta hoy conflictiva acreditación del nivel de inglés del colectivo de control. El 65% de la plantilla conseguirá una homologación automática y el resto tendrán 18 meses para prepararse y aprobar los exámenes.
El Ministerio de Fomento tiene previsto presentar ante el Consejo de Ministros, "lo antes posible", un real decreto que modifica una norma de octubre de 2009, por el que se regula algún aspecto práctico de la transposición a España de la licencia comunitaria de controlador de tránsito aéreo.
El aspecto crucial de esta norma se refiere a "la nueva evaluación del nivel de competencia lingüística" de los controladores en el idioma inglés. Esta nueva evaluación es un requisito indispensable para que los profesionales de control de la plantilla de AENA puedan acceder a la nueva licencia de controlador comunitario, la única que tendrá validez a futuro.
Según se desprende del borrador del citado real decreto, al que ha tenido acceso CincoDías, aproximadamente unos 1.300 de los 2.005 controladores de AENA en activo podrán acreditar su capacidad en el idioma inglés de manera directa, sin necesidad de someterse a exámenes. A los 700 profesionales restantes se les ofrecen distintas posibilidades de formación y de evaluación y se les asegura que durante los 18 meses siguientes a la publicación de la nueva norma no perderán su licencia por este motivo.
Fuentes de AENA dijeron que la redacción del borrador del real decreto citado, que ya se ha dado a conocer a los controladores y a su sindicato, "es un gesto de buena voluntad" cuyo objetivo es "demostrar a los profesionales que no existe una persecución contra el conjunto", y facilitar que "de manera inmediata podamos reanudar las negociaciones del convenio colectivo".
El proceso de capacitación y de evaluación en el idioma inglés del colectivo de controladores de AENA se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción del conflicto que desembocó, hace dos semanas, al plante de los controlares y al cierre del espacio aéreo.
Fuentes de los controladores dan su versión del contencioso que ha agriado sus relaciones con AENA. Ante la necesidad de homologar las licencias españolas a nivel europeo, explican, "todos los controladores teníamos que pasar un examen de inglés que nos permitiera demostrar que nuestro nivel de conocimiento de esta lengua estaba a la altura de las exigencias del trabajo que desarrollamos". Con este fin, AENA les exigió que se presentaran a un examen el pasado mes de septiembre "pero amenazó con despedir al que no lo aprobara sin dar opción a tener preparado un plan B de refresco para aquellos que lo suspendieran".
Escaso interés
Ante esta actitud de la compañía que "demostró tener cero interés en ayudar a sus controladores en este sentido", el USCA llamó al boicot de los exámenes, "nos negamos a presentarnos a cualquier tipo de examen y solo se presentaron 18 controladores".
Ante el anuncio de la aprobación de una nueva legislación para atajar el problema la fuente de los controladores antes citada asegura que "AENA tira por la calle de en medio y reconoce el nivel 4 en inglés, suficiente para obtener la homologación europea de la licencia, a todos los controladores en activo como mínimo hasta el mes de mayo de 2013". En opinión de estas fuentes, "la empresa vuelve a reconocer tácitamente que no tiene repuesto para los actuales profesionales de control y por eso no le queda otra salida que acreditar masivamente el conocimiento de inglés de la plantilla".
Por otra parte, el pasado viernes AENA dispensó de acudir a su trabajo de control en el centro de Torrejón en Madrid a ocho controladores, en su esfuerzo por evitar que estos profesionales sobrepasen la jornada anual.
Movilizaciones
Miles de trabajadores de AENA secundaron el pasado viernes las concentraciones convocadas por los sindicatos CC OO, UGT y USO en todos los aeropuertos de la red y en contra de la privatización del 49% del capital de la compañía pública propietaria de la red nacional de aeródromos.