El Congreso aprueba ampliar la rebaja fiscal de Bush y las ayudas al paro
Tras largas negociaciones, y a regañadientes, la Cámara de Representantes de EE UU dio luz verde al pacto que el presidente Barack Obama y la minoría republicana había alcanzado para ampliar durante dos años más los recortes fiscales de George Bush a cambio de extender durante 13 meses el subsidio a parados de larga duración. Tras la aprobación, que contó con 277 votos a favor y 148 en contra (122 de ellos demócratas), el presidente firmó el pacto, para que entrara en vigor en la tarde del viernes.
Sin él, los recortes fiscales de Bush habrían vencido el 31 de diciembre. Los republicanos han estado presionando, en unas negociaciones que Obama calificó de "secuestro", para que estas rebajas se extendieran no solo a las rentas medias sino también a las altas y se aprobara una fiscalidad muy generosa para las herencias de las grandes fortunas durante dos años. A cambio se permite poner en marcha un pequeño estímulo fiscal más. El coste total es de 858.000 millones de dólares que se añaden al déficit.
Bonos locales
Fuera de ese paquete quedan los llamados Building American Bonds, un tipo de deuda municipal que creó el estímulo fiscal del Obama y que se ha podido usar durante dos años por estados, agencias y municipios para financiarse de forma más barata que con las tradicionales emisiones libres de impuestos. El presidente quería mantener indefinidamente esta deuda sin la que va a a haber muchos problemas a nivel local para financiar obras públicas. Ahora no podrá haber emisiones desde el 1 de enero. No obstante, desde las filas republicanas se dio a entender que apoyarían una extensión de estos bonos el año que viene.
Críticas a los recortes de impuestos
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, lo tiene claro. Los recortes fiscales a las rentas altas "por supuesto que no estimulan a la economía". El responsable del Fondo criticó así en un foro abierto de Reuters, la inclusión de estas rebajas por las que han luchado los conservadores pero que apenas se trasladan al consumo final. No obstante, Strauss-Kahn dijo que en conjunto, el pacto de Obama es positivo y que EE UU necesita medidas para asegurar el crecimiento sin perder de vista el objetivo de la consolidación fiscal.